TIEMPO DE REFLEXIÓN
“Cus fue el padre de
Nimrod, el primer hombre poderoso de la tierra. Nimrod, por la voluntad
del Señor, fue un gran cazador. De ahí viene el dicho: Igual a Nimrod, que por
la voluntad del Señor fue un gran cazador.” Génesis 10. 8 – 9
Los actos que hacemos la
verdad es que tienen más efecto en el futuro de lo que nos podría parecer, cada
decisión que tomamos, cada palabra que decimos puede ser vital para el
transcurso y el destino de nuestra vida y de los que vendrán detrás de nosotros.
Lo que hacemos afecta a los
demás, pero muchas veces las consecuencias pueden producir consecuencias no
deseadas.
Cuando Cam vio a su padre
Noé desnudó, recibió la maldición de ser siervo de sus hermanos, él y su
descendencia, aquí aparece Nimrod, llamado a ser gran cazador. Curiosamente el
significado de Nimrod es “rebelión”.
Nimrod no se conformó con su
estado y quiso cambiarlo, se rebeló contra su destino hasta el punto de que
llegó a ser poderoso, pero se volvió contrario al Señor, es decir, Nimrod
se convirtió en alguien contrario a Dios, en su enemigo, alguien que odiaba lo
que Dios amaba y amaba lo que Dios odiaba, su deseo de cambiar su destino le
llevó a ser alguien grande y poderoso en los ojos de los hombres pero contrario
a todo lo que tenía que ver con Dios.
Las aspiraciones humanas
muchas veces hacen que nos convirtamos en Nimrod, vivimos en una sociedad que
nos anima a que logremos grandes metas, que seamos los mejores sin importar ni
siquiera un poco lo que tengamos que hacer para llegar a ello, incluso si
nuestros hechos nos llegasen a convertir en enemigos de Dios estarían
justificados.
Pero no es así lo que la
Biblia nos enseña “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas las demás cosas os vendrán por añadidura.” La única manera de
llegar a lograr éxitos en este mundo es buscar primero las cosas de Dios.
¡Busquemos a Dios y todo lo
necesario llegará a su preciso momento!
Dios les bendiga
abundantemente.
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