sábado, 21 de diciembre de 2024

Un momento... Vivamos plenamente para Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

Vivamos plenamente para Dios 

 

“Yo te he amado con amor eterno; por eso te sigo tratando con bondad”. (Jeremías 31. 3)

 

El nacimiento de Cristo fue la promesa de esperanza y redención para un pueblo deseoso de tener un nuevo Rey. Su vida sirvió de ejemplo para saber cómo debemos seguir a Dios en cada circunstancia. Su muerte pagó el precio por nuestros pecados, y permitió la restauración de nuestra relación con Dios. Su resurrección cumplió las profecías y venció el poder del pecado y de la muerte. Pero el ministerio de Jesucristo transciende generaciones para siempre y aún está cambiando el mundo a diario. 

Dios envió a su Hijo al mundo como un niño humilde, activando así su poderoso plan de redención. Cristo volverá como Rey victorioso, a quien todos proclamarán como Señor. Mientras esperamos su triunfante venida, podemos vivir en plenitud para Dios como sus nuevas creaciones.

Debemos entender que el amor de Dios es incondicional, que nos ama con un amor eterno y que su misericordia es prolongada. Esto significa que siempre podemos contar con Él, en cualquier momento y en cualquier circunstancia. Podemos confiar en su amor y su misericordia, y buscar refugio en Él en momentos de necesidad.

Debemos también recordar que su amor es santo y justo, y somos llamados a vivir vidas santas y justas delante de Él. Esto implica arrepentirnos de nuestros pecados y hacer lo que es correcto. Y el amor de Dios nos da la fuerza y el poder para hacerlo.

Al unirnos a Dios cada día en la obra de restauración de Su reino, honramos Su nombre como nuestro Rey de reyes y Señor de señores. 

Dios les bendiga abundantemente.

 

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