UN MOMENTO CON DIOS
El plan de Dios para sus hijos
“Entonces María dijo: —Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue”. (Lucas 1. 38 )
A menudo es en momentos de
gran decepción cuando Dios nos da oportunidades para descubrir su plan para
nuestra vida.
Cierto tiempo después del
compromiso de María con José, ella vino a él con una noticia impensable. Estaba
embarazada, y afirmaba que había sido resultado de un gran milagro. José debía
haber sentido con el corazón hecho trizas. No había buenas opciones, casarse
con una mujer impía y soportar la culpa, o avergonzar en público a la mujer a
quien él respetaba y quería. ¿Cómo Dios tendría algo que ver con este extraño
giro de acontecimientos?
Mientras José trataba de
dormir aquella noche, vino un ángel a decirle que le creyera a María y que la
acompañara de todo corazón en este llamado excepcional de ser los padres
terrenales del Hijo de Dios. José pudo haber reaccionado con incredulidad o
amargura, pero mediante su fe, Dios logró un propósito aún mayor e inigualable
que bendeciría a la humanidad por toda la eternidad.
Es posible que algunas
personas se pregunten cómo pueden aplicar esta actitud de humildad en momentos
de duda o inquietud. La respuesta es aprender a confiar en Dios y su plan para
nuestras vidas. Incluso cuando las cosas parezcan difíciles o incomprensibles,
debemos recordar que Dios nunca nos abandona y siempre cumple sus promesas.
Debemos seguir el ejemplo de María y tener fe en la palabra de Dios.
El versículo de la Biblia
Lucas 1. 38 es una lección inspiradora sobre la humildad y la sumisión a la
voluntad de Dios. María es un ejemplo de cómo debemos vivir nuestras vidas como
verdaderos siervos de Dios. Aprendamos de su ejemplo y sometámonos a la
voluntad de Dios en todo momento.
Dios les bendiga
abundantemente.
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