UN MOMENTO CON DIOS
Nuestros sueños en las manos de Dios
"Señor, delante de ti están todos mis deseos, y mi suspiro no te es oculto." (Salmo 38. 9)
Muchos de nosotros guardamos
en nuestro corazón sueños, anhelos que muchas veces nos avergüenza pronunciar,
porque los sentimos inalcanzables, normalmente nos fijamos metas que sabemos
que podemos lograr, pero aquello que sentimos que no es posible se quedan
simplemente como sueños, anhelos que no nos permitimos pensar que podemos
conseguir.
Cuando depositamos nuestros
sueños en Dios, en sus manos poderosas nos daremos cuenta de que todo es
posible, cosas que creíamos inalcanzables, cosas que quizás nos daba risa el
simple hecho de soñarlas posibles, en las manos de Dios las puedes ver
convertirse en una realidad.
Dejemos cada sueño y anhelo de
nuestro corazón en las manos de Dios y confiemos, poco a poco veremos la mano
de Dios en todo lo que hacemos y en todo lo que nos rodea, veremos la mano de
Dios acomodando cada circunstancia a nuestro favor.
Un ejemplo claro de esto fue
Jacob, no importaba cuantas tretas pusiera su suegro, Dios siempre favorecía a
Jacob, Abraham el padre la fe es otro vivo ejemplo, donde quiera que él
iba, Dios le bendecía, ¿Sabemos por qué?, porque cada anhelo de su corazón era
presentado ante Dios, ponían todo su presente y su futuro a la disposición de
su Dios, dejaban que Dios los llevara por donde Él considerara necesario, y al
final del camino Dios les daba lo que tanto anhelaban, por el simple hecho de
confiar en su Dios y poner todo en sus manos.
¿Como podemos ver nuestros
sueños hechos realidad?, depositemos cada uno de nuestros sueños en las manos
de Dios, cuando depositamos nuestros sueños en nuestras fuerzas, nuestros
conocimientos, nuestras posibilidades o nuestras influencias; entonces muchos
de estos parecen ser imposibles, pero si las depositamos en Dios, las cosas
cambian, porque no hay cosa que Dios no pueda lograr, no existe muro que Dios
no pueda derribar, no existe situación que Dios no pueda cambiar, si para Dios
no hay nada imposible, entonces nuestros sueños en las manos de Dios si pueden
ser posibles.
Dios les bendiga
abundantemente.
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