sábado, 28 de diciembre de 2024

Un momento... No nos preocupemos por nada

 


UN MOMENTO CON DIOS

No nos preocupemos por nada

 

"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias".  (Filipenses 4. 6)

 

No estar afanosos por nada significa que no tenemos por qué tener miedo, preocuparnos, alarmarnos ni asustarnos por nada, porque todas las cosas obran para el bien de quienes aman a Dios, ¿Podemos creer eso? Aunque a veces lo olvidemos y nos volvamos locos de preocupación, es cierto que Dios usa todas las circunstancias, por muy malas que parezcan, para su gloria y para nuestro crecimiento, mejoramiento y refinamiento. Sabiendo esto, podemos estar tranquilos y regocijarnos en el Señor siempre, aplicando las palabras del apóstol a nuestras vidas "Por nada estéis afanosos"

Si alguien tenía problemas o pruebas y tenía motivos para preocuparse, ese era el apóstol Pablo, pero aun así aconseja a la iglesia "Por nada estéis afanosos" 

La situación de Pablo visiblemente no era la más placentera, en prisión, con un futuro incierto y con problemas de división y falsos profetas en la iglesia, ¿Como podía estar tranquilo?, ¿Como podía estar contento?, ¿Como no podría estar ansioso?, muy fácil, Pablo descargaba sus ansiedades a Dios en oración.

Es muy poco probable que podamos vivir nuestras vidas sin un solo momento de preocupación. Poner nuestra confianza en Dios requiere oración y práctica.

El problema en si radica en el hecho de vivir una vida de ansiedad perpetua, como decíamos al principio, en normal que de momento nos angustiemos, pero esa angustia debe de quedar en el altar cuando llevamos nuestras ansiedades a Dios en oración, de lo contrario la ansiedad se va a apoderar de nuestra vida y jamás encontraremos la paz, nos preocuparemos por todo y desviaremos la mirada de nuestro Dios.

Es inevitable que sintamos ansiedad, pero no tenemos por qué dejarnos llevar por ella.

¡imaginemos no tener que estar "afanosos por nada" jamás! Esto a simple vista parece imposible, todos tenemos preocupaciones en nuestro trabajo, en nuestros hogares, en el colegio, etc. pero Pablo nos aconseja cambiar nuestras preocupaciones en oraciones.

Tenemos razones para acercarnos confiadamente a Su trono de gracia, somos hijos de Dios, somos su especial tesoro, ¿Porque no nos acercamos a hacer peticiones y ruegos en oración?

Una promesa que debemos de guardar en nuestro corazón y repetirnos la todas las veces que la ansiedad quiera quedarse y aprisionarnos es la que se encuentra en Romanos 8. 28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

Si todas las cosas nos ayudan a Bien cuando amamos a Dios, entonces ¿Por qué nos preocupamos?, regocijémonos en el Señor siempre y por nada estemos afanosos.

Dios les bendiga abundantemente.

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