UN MOMENTO CON
DIOS
Un día a la vez
“No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas”. (Mateo 6. 34)
No importa cuántos días nos dé
Dios, lo que importa es que hacemos con esos días que Dios nos regala,
¿disfrutamos del amanecer?, ¿agradecemos el despertar?, ¿Disfrutamos de cada
instante de nuestra vida?, ¿Disfrutamos de cada sonrisa recibida?, ¿Disfrutamos
de cada gesto de amor que recibimos?, ¿Podemos reír a carcajadas cuando algo
nos causa gracia?, si nuestra respuesta es no, quiero decirte que Dios
está interesado en que disfrutemos de cada segundo, como si no hubiera un
mañana, Dios quiere que dejemos nuestros afanes y podamos vivir un día a la
vez. Entonces, cuando lo pensamos el día de hoy es todo lo que tenemos y
debemos disfrutarlo al máximo.
Dios quiere que mañana no
lamentemos lo que no pudimos hacer hoy, la palabra de Dios es clara cuando dice "Hoy
es día de salvación", ¿Sabemos porque habla en presente?, porque
el mañana no nos pertenece.
¿Cómo sabemos lo que va a
pasar mañana? preguntó el apóstol Santiago. Porque la duración de vuestras
vidas es tan incierta como la niebla de la mañana; por un momento la vemos,
pero pronto desaparece (Santiago 4.14)
En el modelo de oración del
Señor que Él nos dio, el que llamamos “el Padrenuestro”, Él nos dice que
debemos orar, Danos hoy el pan nuestro de cada día. (Mateo 6.11) No el pan de
mañana ni el pan de la próxima semana. Dios es un proveedor diario que
satisface nuestras necesidades hoy, no gastemos nuestras energías pensando en
el día de mañana, basta a cada día su propio afán.
Desde tiempos antiguos Dios
quiere que sus hijos vivan un día a la vez, el Antiguo Testamento Dios
proporcionó a los hijos de Israel el maná en el desierto, pero si usted lee los
hijos de Israel recogían diario el maná.
Ese maná era un alimento dulce
y sustentable, fácil de recolectar y cargado con todas las vitaminas y minerales
necesarios. A través de Moisés, Dios les ordenó que lo recogieran todas las
mañanas. Además, les advirtió que no intentaran acumularlo ni almacenarlo
durante la noche de ninguna manera. Si lo hicieran, el maná almacenado
engendraría gusanos. Debían recolectar sólo lo que usarían en un día
determinado.
Algunas personas no prestaron
atención a esa restricción y trataron de guardarlo “para un día lluvioso”.
Dios es un proveedor diario,
Él satisface las necesidades del lunes, el lunes y las necesidades del martes,
el martes, Dios sabe el mañana, por eso quiere que nos interesemos en nuestro
presente, porque Él es quien se encarga de nuestro mañana.
A las puertas de un año nuevo,
debemos confiar en Él un día a la vez y no preocuparnos por lo que podamos
necesitar mañana. Él también estará allí mañana, con gracia más que suficiente
para ayudarnos en nuestro momento de necesidad. Pero Él no proporciona hoy la
gracia de mañana. Él sólo da gracia para los problemas de hoy, no olvidemos que
las misericordias de Dios son nuevas cada mañana.
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario