sábado, 7 de diciembre de 2024

Un momento... Dios ve más

 


UN MOMENTO CON DIOS

   Dios ve más

 

“Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos
y han cerrado sus ojos, para no ver ni oír, para no entender ni volverse a mí,
para que yo no los sane”.  (Mateo 13. 15)

 

Este versículo es un recordatorio importante de cómo el pecado puede adormecer y entumecer nuestros corazones, llevándonos a la incredulidad y al alejamiento de Dios.

El entorpecimiento del corazón es uno de los temas más recurrentes en la Biblia. Jesús se refiere a ella en varias ocasiones, y la describe como una condición en la que nuestra capacidad para entender la verdad de Dios es limitada o incluso inexistente. El pecado es la principal causa de esta condición, porque nos aleja de Dios y hace que nos aferramos a nuestros propios deseos y placeres.

Jesús dice que aquellos que se alejan de Dios y tienen corazones entumecidos no pueden "convertirse y ser sanados". La conversión es un proceso importante en nuestra fe, porque es a través de ella que nos permitimos ser moldeados y transformados por Dios. La sanación de Dios es el regalo que viene como consecuencia de nuestra conversión. El aceptar su voluntad y sus planes para nuestra vida es la llave para recibir su sanación y transformación.

En la dulzura de la misericordia divina, recordamos que, aunque nuestros corazones puedan entumecerse ante las adversidades de la vida, siempre hay una invitación abierta a volver a Dios.

Mateo 13. 15 nos llama a abrir nuestros ojos y oídos a su Palabra, permitiendo que su luz penetre en las áreas más oscuras de nuestro ser. Con cariño y paciencia, Él espera nuestra respuesta. Cada paso hacia la conversión es un paso hacia la sanación, y un hermoso recordatorio de que la gracia de Dios está siempre lista para abrazarnos y transformarnos.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

 

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