TIEMPO DE
REFLEXIÓN
“Confía en el Señor de todo
corazón, y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas”. Proverbios 3. 5 – 6
Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas”. Proverbios 3. 5 – 6
Estamos comenzando otro, quizás nos preparemos como mucha
gente para un año más. Ahora, también puede ser el día más importante de nuestra
vida, el comienzo de una hermosa aventura en la cual ya nada sea igual a lo
anterior. Que todo fuera transformado, que de repente una gran alegría nos
inunde y todo nuestro ser sea lleno de una paz inigualable, y cuando empecemos
a mirar a nuestro alrededor, todo se vea diferente, parecido a lo de antes pero
con un color diferente, todo color esperanza.
Parece una locura verdad, pero es posible, está al alcance de nuestra mano.
La gran diferencia está en el corazón de cada persona, en abrir nuestro corazón y confiar en Dios.
Él está allí, a la puerta de nuestro corazón, y quiere sanarnos, no solo en nuestro cuerpo, sino ir más profundo, quiere sanar las heridas de nuestro corazón, esas que se vamos acumulando a lo largo de la vida, por la desobediencia, el pecado, y todas aquellas cosas que nos han mantenido alejado de Dios.
Parece una locura verdad, pero es posible, está al alcance de nuestra mano.
La gran diferencia está en el corazón de cada persona, en abrir nuestro corazón y confiar en Dios.
Él está allí, a la puerta de nuestro corazón, y quiere sanarnos, no solo en nuestro cuerpo, sino ir más profundo, quiere sanar las heridas de nuestro corazón, esas que se vamos acumulando a lo largo de la vida, por la desobediencia, el pecado, y todas aquellas cosas que nos han mantenido alejado de Dios.
Muchos no nos dimos cuenta y
vivimos la vida como pudimos hasta que un día tocamos fondo y alguien se acercó
y nos habló de su amor.
Esa persona que nos ama es
DIOS que nos demostró de una manera maravillosa su amor a través de la vida de
su Hijo Jesucristo.
“Pues Dios amó tanto al
mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda,
sino que tenga vida eterna”. (Juan 3.16).
Qué bueno es saber que
podemos vivir mejor de la mano de DIOS, cambiar, nuestra manera de pensar y
aprender la verdad a través de Su Palabra.
Solo Cristo nos hace nuevas
personas, perdona nuestros errores y sana las heridas que nos provocaron las
batallas de la vida, ¡¡Él nos hace libres!!
“Ustedes son verdaderamente
mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la verdad,
y la verdad los hará libres” (Juan 8.31- 32).
Eso sí, hay que entregarle
la dirección de nuestra vida y confiar cada día para que este año sea
diferente, ¡eso se llama confiar!
Dios les bendiga
abundantemente.
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