viernes, 6 de diciembre de 2019

Tiempo... Génesis 39. 10 - 12



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Y aunque ella insistía con José todos los días para que se acostara con ella y estuviera a su lado, él no le hacía caso. Pero un día José entró en la casa para hacer su trabajo y, como no había nadie allí, ella lo agarró de la ropa y le dijo:
Acuéstate conmigo. Pero él salió corriendo y dejó su ropa en las manos de ella”.  
Génesis 39. 10 – 12


Es increíble la cantidad de tentaciones que tenemos en nuestros días y la facilidad de acceso a ellas e incluso ocultarlas. Hay páginas web que ofrecen la posibilidad de adulterar, con total discreción y sobre todo, por supuesto disfrute. Si adulterar hoy en día, es tan sencillo, cuanto más no lo será dar rienda suelta a los placeres que están en nuestros corazones y que tantas veces se nos ponen en frente, sexo, comida, desfase, tabaco, drogas, horas y horas de televisión.
José había sido vendido por sus hermanos y va a parar como sirviente a la casa de Potifar, aquí sufre un pequeño problema, la mujer de Potifar va a hacer lo imposible por acostarse con él. La vida de José se iba a complicar bastante, pero su reacción ante la tentación de acostarse con la mujer de su amo fue sin duda un gran acierto.
José tomó una decisión de los más acertada salir corriendo. Sin ninguna duda la opción más efectiva es salir corriendo, irse de donde está la tentación, cuando está delante es fácil caer, pero si cuando llega la tentación nos marchamos sin ninguna duda lograremos una victoria.
Jesús fue tentado por satanás tras cuarenta días de ayuno, su conocimiento de la Palabra de Dios, fue la roca a la que se aferró.
¡Qué importante es conocerla para poder afrontar las tentaciones sin la necesidad de correr!
Jesús se dijo a sus discípulos en Getsemaní “Velad y orad para que no entréis en tentación” ¡Qué importante es la oración para permanecer firmes, pero más aún velar para cuando llega la tentación! Una vida de oración y atención será una vida de victoria ante la tentación.
Sin ninguna duda la tentación es una realidad en nuestras vidas, algo que está ahí cada día, pero algo bueno en realidad  es que “no os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” 
¡Qué alivio debe causarnos saber que Dios nos dará la salida a la tentación, por eso debemos orar como Jesús nos enseñó en el Padre Nuestro “no nos metas en tentación más líbranos del mal”, porque todo esto tiene una recompensa “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”
Dios les bendiga abundantemente. 

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