TIEMPO DE REFLEXIÓN
“Isacar es un animal de
carga que descansa en sus establos. Cuando vio que el país era bueno y
agradable para descansar, dobló su espalda para llevar carga, y sin protestar
se hizo esclavo”. Génesis 49. 14 – 15
En la actualidad nos parece
que la referencia a “asno” es un insulto, pero para el mundo antiguo, estos
animales significaban un gran recurso. Estos eran usados para transporte
y carga, al estilo de un carro o un camión el día de hoy.
En la distribución de
territorios luego de la conquista, a la tribu de Isacar le fue dado un
territorio muy fértil en el valle al sur del mar de Galilea. Era una
tribu trabajadora y próspera, que sabía llevar sus cargas, como el asno fuerte.
La tribu de Isacar siempre
fue fuerte, y apoyó a sus hermanos cuando lo necesitaban. Ellos apoyaron
a Débora cuando pidió ayuda contra el enemigo. También apoyaron a David
cuando Saúl lo perseguía; en ese tiempo, ellos también colaboraron con
alimentos para los guerreros.
Lo más notable de los hijos
de Isacar está escrito en el libro de las Crónicas 12.32. De los
hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que
Israel debía hacer, sus jefes eran 200; y todos sus parientes estaban bajo sus
órdenes.
Debido a su dedicación al
estudio de la Torá, ellos se volvieron en expertos en “discernir los
tiempos”.
Conocían la Palabra, y
sabían lo que Dios quería de ellos. Jesús hizo referencia a lo que significa
discernir los tiempos.
Mateo 16.1 – 4: “Entonces
los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús, y para ponerle a prueba le
pidieron que les mostrara una señal del cielo. Pero respondiendo El, les
dijo: Al caer la tarde decís: "Hará buen tiempo, porque el cielo está
rojizo." Y por la mañana: "Hoy habrá tempestad, porque el cielo está
rojizo y amenazador." ¿Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no
podéis discernir las señales de los tiempos? Una generación perversa y
adúltera busca señal, y no se le dará señal, sino la señal de Jonás. Y
dejándolos, se fue”.
Discernir los tiempos no
tiene nada que ver con el clima, sino con los tiempos de Dios. Implica
sintonizarnos con la agenda de Dios. Esto viene por el estudio profundo
de la Palabra de Dios.
Eso era importante antes y
lo es hoy en la actualidad también, saber entender los tiempos de Dios es
fundamental para nuestras vidas pero también para comprender lo que nos toca
vivir en la realidad del mundo que nos rodea, para no dejarnos influenciar por
lo que vemos y sí tener siempre la mirada puesta en Dios.
Dios les bendiga abundantemente.
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