UN MOMENTO CON DIOS
No retroceder, no rendirse
“Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.” (Hebreos 10. 38 – 39)
En cuántas situaciones de la
vida hemos querido tirar la toalla, incluso hemos dejado de orar o nuestras
oraciones manifiestan solo quejas y preocupación. Pero la fe que hemos recibido
por el evangelio de Cristo, nos da la confianza en que, así como Él venció
nosotros también; tenemos un gran tesoro en la Palabra de Dios, en la fe y el
amor en Cristo Jesús, por tanto, debemos retener cada enseñanza, cada promesa
que nos da la escritura, pues en esto está la fuerza para no retroceder, para
no rendirnos. “No nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos
cansamos, segaremos.” (Gálatas 6. 9)
Por esto, a pesar de los
sufrimientos y las pruebas, no decaigamos, no dejemos que el desánimo logre
parar nuestra carrera de la fe, peleemos esta buena batalla con las armas y los
dones que hemos recibido; la recompensa que nos espera es mucho más de lo que
podemos pedir o entender.
Aprendamos de Jesús que a
pesar del sufrimiento que estaba pasando, por el gozo de obtener la salvación
para todos los que creen en su nombre, no se detuvo; ahora está sentado a la
derecha del Padre intercediendo por nosotros, dándonos la fortaleza para
seguir.
Cada prueba, cada lágrima,
cada sufrimiento nos hace más fuerte, si las enfrentamos tomados de su mano nos
gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
perseverancia, y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter
probado produce esperanza. (Romanos 5. 3 - 4)
Así que, si estamos pasando
por una situación difícil, no nos rindamos, no retrocedamos, si el que venció
la muerte está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
Dios les bendiga abundantemente.
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