viernes, 8 de diciembre de 2023

Un momento... Andemos por fe, no por vista

 


UN MOMENTO CON DIOS

Andemos por fe, no por vista

 

“no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas." (2 Corintios 4.18)

 

“Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos." (Romanos 8. 24 – 25)

 

En la historia de Noé, de Abraham, de Moisés y de muchos hombres usados por Dios en sus propósitos, hay una característica particular que debemos aprender: Ellos confiaron en Dios, acerca de cosas que aún no habían sido vistas.

Dios les declaró las cosas que habían de suceder, aunque en ese tiempo, todo a su alrededor, es decir lo que podían mirar, dijera lo contrario. En el tiempo de Noé, se burlaban de él, no creyeron en su testimonio para salvación de su vida.

Abraham confió en que recibiría una tierra prometida y una descendencia numerosa, obedeció para salir al lugar que había de recibir por herencia; y salió sin saber a dónde iba, aunque era imposible que a su edad su esposa tuviera un hijo, él confío en esa promesa, y a su tiempo fue hecha realidad. (hebreos 11. 7)

Por la fe obedecemos cosas que incluso no vemos, pero que tenemos la certeza que van a llegar, que indefectiblemente se cumplirán. Estas cosas que están escritas en la Palabra de Dios son las que debemos obedecer, aunque las circunstancias externas muestren lo contrario, pues son más reales que la vida misma, por eso aguardamos con paciencia, su cumplimiento.

Aprendamos de estos hombres de fe que confiaron en Dios, que no podían mirar la promesa, pero a su tiempo la recibieron. Si confiamos en sus promesas invisibles, en el eterno poder del Señor, seremos usados para impactar a toda nuestra familia, nuestra nación y este mundo.  

Dios les bendiga abundantemente.

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