domingo, 3 de diciembre de 2023

Un momento... Destinados a la victoria

 


UN MOMENTO CON DIOS

Destinados a la victoria

 

 “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.” (Job 1. 1)

 

Dios está levantando un reino poderoso y no de gente que se rinde, sino que avanza hacia la meta con Dios.  La Palabra de Dios nos muestra que Job está brillando en la tierra como un testimonio de Dios y representando a Dios en la tierra con éxito. Casi como que pensamos que a él no le puede fallar nada.  Sin embargo, le aparecen situaciones contrarias que van a perjudicar y arruinar los planes de bendición para esa vida y esa familia.  Esos contratiempos son generados por el enemigo.  ¡Ahora satanás no puede hacer nada con nosotros! Porque él ya fue vencido en la cruz del calvario por Jesucristo. Lo único que puede trabajar es con sus estrategias para capturar nuestra atención, para engañarnos y hacernos creer que no vamos a tener la victoria, que no vamos a salir de la situación. 

Quiere mentirnos y que le creamos a la mentira que hemos fracasado.  Quiere lograr que nos rindamos.  Pero nosotros estamos destinados a la victoria. 

No nos rindamos al enemigo que nos quiere sacar ventaja por todos lados.  No le abramos ninguna puerta de acceso ni en los pensamientos ni en ningún área de nuestra vida. 

Estamos llenos del Espíritu Santo, somos vasijas de honra para Dios, elegidos para vivir una vida de victoria.  Donde nos movamos, Dios se va a mover con poder, con gloria, con bendición.

Miremos un poquito el ejemplo de Job. Satanás trató de apagar todo lo que había en su vida. Él era una persona brillante y excelente que manifestaba la gloria de Dios en todas las áreas.  Todo le era favorable hasta que el enemigo aparece y viene a trabajar en contra de él.  Por eso tenemos que saber que el enemigo va a trabajar en todas las áreas para ver en cuál puede tener algún acceso, para engañarnos y mentirnos. 

Él quiere que aceptemos sus mentiras y nos establezcamos en un nivel de fracaso.  Pero ninguno de nosotros fue formado por Dios para vivir una vida regular ni de altibajos.  Sabemos que con Dios podemos vivir la vida abundante que él le ha prometido en la plenitud del espíritu.  Podemos vivir con la autoridad que Él nos ha dado, gobernando nuestra vida con la Palabra de Dios.

Si observamos el final de la historia de Job veremos que Dios lo bendijo con el doble de lo que había perdido. El versículo 12 del capítulo 42. Dice. Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero…” Job no se rindió ante las mentiras del enemigo y se mantuvo hablando lo que conocía de Dios.

Hoy tenemos la Palabra de Dios escrita y tenemos acceso a ella a diario, también tenemos acceso a las enseñanzas de los hombres de Dios. Aprovechémosla. Busquemos la Palabra que sale de la boca de Dios. Afirmémonos en ella y por, sobre todo, venga lo que venga no nos rindamos. Formamos parte de una generación poderosa, vencedora. ¡Tenemos la victoria asegurada! Y digamos lo que Job dijo Yo sé que mi Redentor vive.

Dios les bendiga abundantemente.

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