viernes, 15 de diciembre de 2023

Un momento... Dios es la fortaleza de nuestra vida

 


UN MOMENTO CON DIOS

Dios es la fortaleza de nuestra vida

 

 

“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado”. (Salmo 27. 1 – 3)

 

En la Biblia encontramos dos formas de temor, el uno es el temor del Señor, el cual es beneficioso y debe ser avivado, pues es un temor reverencial a Dios, es un reconocimiento de todo lo que Él es. El temor del Señor conlleva muchas bendiciones. En Proverbios 19. 23 dice, “El temor de Jehová es para vida, y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado del mal”.

No obstante, el segundo tipo de temor mencionado en la Biblia es perjudicial y debe ser superado pues no es beneficioso en absoluto. Este es el “espíritu de cobardía” mencionado en 2 Timoteo 1. 7 donde dice, “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder de amor y de dominio propio”. Es decir, que este miedo no viene de Dios, ni la voluntad de Él es que estemos afligidos y llenos de temores.

Cuenta la Biblia que el éxito de David en la guerra contra los filisteos provocó la envidia del rey Saúl, y mientras David tocaba el arpa, un espíritu maligno se apoderó de Saúl, e intentó clavarlo con la lanza, pero David la esquiva, de modo que la lanza quedó clavada en la pared y David tuvo que huir.

En estas circunstancias, ¿quién no siente miedo? David huye del palacio y de la ciudad. Sabe que el rey ha determinado quitarle de en medio y que no hay ningún lugar seguro en Jerusalén. Pero David lleva sus miedos al Señor, y proclama: «Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida».

Este Dios, que se llama Jehová, «yo soy el que soy», es el que nos buscó, él que envió a su Hijo para llamarnos, y nos dio el perdón y la vida eterna, si hemos creído en Él.

Cuando sabemos y conocemos que Jesucristo nos ama y dio su vida por nosotros, entonces sabremos que Él es la fortaleza de nuestra vida y no habrá enemigo que nos pueda hacer frente.

Dios les bendiga abundantemente.

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