UN MOMENTO CON DIOS
Levantar alas como las águilas
“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40. 29 - 31)
El Señor Jesús dijo: en el
mundo tendréis aflicción, pues él no vino a prometernos una vida color de rosa.
Porque su propósito fue más alto y sublime: darnos la salvación eterna, una
herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible.
En nuestro diario vivir, todos
afrontamos necesidades y aflicciones que nos agobian, nos cansan y fatigan, a
veces hasta agotar todas nuestras fuerzas; y aquí el profeta recuerda cómo
renovar nuestras fuerzas y dice: “los que esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas” o sea, los que dependen y esperan en Dios, manteniendo su fe en medio
de la adversidad, tienen nuevas fuerzas a cambio de su debilidad.
Es fantástica la asimilación
que la Biblia hace de levantar alas como las águilas, pues a los 40 años las
águilas están envejecidas y tienen que renovar sus garras, su pico y su plumaje
en un doloroso proceso, de lo contrario morirían; y cuando de nosotros se trata,
cuando tenemos que someternos a un proceso de cambio, no es fácil, pues tenemos
que empezar por renovar nuestra manera de pensar, despojarnos del viejo hombre
que está viciado conforme a los deseos engañosos del mundo, dejar tanto orgullo
y arrogancia, así como el águila sacó su pico con la peña para que crezca uno
nuevo. Además, las águilas usan su fuerza solamente para iniciar el vuelo,
baten sus alas y se esfuerzan hasta ganar cierta altura, y allí aprovechan la
fuerza de los vientos y se dejan llevar por ellos. Qué extraordinaria semejanza
con nosotros, sólo tenemos que tomar la decisión de aceptar a Jesucristo como
único Salvador y su Santo Espíritu nos ayudará a remontarnos a las alturas.
David dijo: “Dios es el que me ciñe de poder, y me hace estar firme sobre mis
alturas” (Salmo 18. 32 - 33b)
Dispongámonos a una total
renovación, porque si no lo hacemos, caemos en una parálisis espiritual y
emocional y será difícil levantar el vuelo. No hay duda de que seremos fuertes
sólo en el poder de Dios.
Dios les bendiga
abundantemente.
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