viernes, 24 de enero de 2020

Tiempo... Efesios 1. 3 - 4



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él”.
Efesios 1. 3 – 4


Cada año que comienza es una puerta abierta a nuevas expectativas de vida, hay un camino largo por recorrer, y esto nos debería llevar a reflexionar cuánto hemos madurado espiritualmente, cuánto de nuestra anterior manera vana de vivir, nos hemos despojado.
La Biblia dice: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
(Efesios 4. 22 - 24).
Dice la Biblia que el que está en Cristo nueva criatura es y estar en Cristo es participar de todo lo que Cristo es y todo lo que Él hizo por nosotros, pues Dios nos bendijo con toda bendición espiritual en Cristo.
Nos escogió con anterioridad, para hacernos sus hijos por medio de Jesucristo, y por su gracia tenemos el perdón de pecados, fuimos comprados con alto precio, su sangre derramada en la cruz, además nos hizo sobreabundar en toda sabiduría e inteligencia. Hemos recibido herencia incorruptible según su voluntad y quienes hemos creído, fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa, para alabanza de su gloria. ¡Qué abundante riqueza nos ha dado el Señor! ¿Qué más podríamos pedir?
Todo lo que necesitamos para vivir una vida abundante como creyentes, es permitir que Cristo viva en nuestro corazón, solo en Cristo estamos completos, pues nuestro destino es el Cielo y una eternidad en su presencia.
Dios les bendiga abundantemente.

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