LECTURA
DIARIA:
Génesis
capítulo 9
A través de
Noé y sus hijos, Dios bendice a toda la humanidad.
Los antiguos
israelitas pensaban que la sangre era el principio vital de los animales y de
los seres humanos. Por lo tanto, la prohibición de comer carne sin desangrar
era una forma de afirmar que la vida pertenece exclusivamente a Dios, el dador
de toda vida.
Dios explica
por qué el asesinato es sumamente grave, matar a una persona es matar a alguien
hecho a la imagen de Dios.
El primero de
los cinco pactos entre Dios y la humanidad en el Antiguo Testamento fue su
promesa incondicional de que nunca más la tierra sería arrasada por las aguas.
Esta promesa,
o pacto, constaba de tres partes: Nunca más habría una destrucción ocasionada
por un diluvio; mientras permaneciera la tierra, las estaciones del año siempre
vendrían a su tiempo; un arco iris brillaría cuando lloviera como señal de que
Dios cumpliría su promesa.
El orden de
la tierra y las estaciones todavía se conservan y el arco iris nos siguen
recordando que Dios cumple su palabra.
La embriaguez
de Noé está registrada aquí, con esa transparencia que solamente se halla en la Escritura , como caso y
prueba de la debilidad e imperfección humana, aunque haya sido tomado de
sorpresa por el pecado, y para mostrar que el mejor de los hombres no puede
estar en pie si no depende de la gracia divina y es sostenido por ella.
A pesar de
que los malvados habían sido destruidos, la posibilidad del mal aún existía en
los corazones de Noé y de su familia.
La actitud
burlona de Cam, uno de los hijos de Noé, fue una gran falta de respeto hacia su
padre y hacia Dios.
La maldición
de Noé a los descendientes de Cam es la primera maldición humana que registra
la historia.
La maldición
de Noé no iba dirigida hacia ninguna raza en particular, sino más bien a la
nación cananea (una nación que Dios sabía que llegaría a ser malvada). La
maldición se cumplió cuando los israelitas entraron a la tierra prometida y
expulsaron a los cananeos
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