LECTURA
DIARIA:
Génesis capítulo 13
El desierto
de Neguev se encuentra al sur de una línea que puede trazarse entre Gaza y el
occidente del Mar Muerto, hacia el este.
La riqueza de
Abram no sólo incluía plata y oro sino también ganado. Estos animales eran una
mercancía valiosa utilizada como comida, vestido, material para tiendas y para
sacrificios. Ellas eran por lo general comerciadas por otros bienes y
servicios. Abram pudo observar el crecimiento y la multiplicación diaria de su
riqueza.
Abram se fue
a Betel, al lugar donde antes había levantado un altar para Dios e invocó el
nombre del Señor.
Al andar con
Abram, Lot su sobrino, también había
adquirido bienes y este entendió que el lugar era insuficiente para los dos.
Al enfrentar
la posibilidad de un conflicto con su sobrino Lot, Abram tomó la iniciativa de
resolver la disputa. El le permitió a Lot que eligiera primero el lugar donde
ir, aun cuando Abram, siendo mayor, tenía ese derecho.
Rodeados de
vecinos hostiles, los pastores de Abram y los de Lot debieron haberse unido. En
lugar de eso, permitieron que la envidia los separara.
El carácter
de Lot se revela por sus elecciones. El tomó la mejor parte de la tierra aun
cuando esto significaba vivir cerca de Sodoma, una ciudad conocida por su
pecado. El fue codicioso, deseó lo mejor para sí mismo, sin detenerse a pensar
en las necesidades de su tío Abram o en lo que era justo.
Mejor es
conservar la paz, que no sea rota pero la otra cosa mejor es, si se presentan
diferencias, sofocar con toda velocidad el fuego que está empezando. El intento
de apaciguar esta discordia fue hecho por Abram aunque él era el hombre anciano
y más grande. Abram se demuestra como hombre de espíritu sereno.
Aunque Lot
(el heredero de Abram) se apartó de él, la promesa que Dios había le hecho se
mantuvo.
Nuestras
vidas son una serie de decisiones. También nosotros podemos elegir lo mejor
mientras ignoramos las necesidades y los sentimientos de otros. Esta clase de
decisiones, como lo mostró la vida de Lot, causa problemas. Cuando dejamos de
decidir en la dirección de Dios, todo lo que nos queda es decidir en la
dirección equivocada.
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