LECTURA
DIARIA:
Génesis capítulo 5
El capítulo 5
presenta el libro de las generaciones de Adán hasta Set, La línea de Caín, que
ya fue dada en el capítulo anterior, se interrumpe y será mencionada otra vez,
solamente cuando se cruce con la línea divina.
En cierto
sentido, el capítulo 5 es uno de los capítulos más desalentadores y pesimistas
de toda la Biblia. El
motivo es que, sencillamente, da la impresión de estar nombrando solamente
todas personas que ya habían muerto.
Dios le había
dicho a Adán, cuando le advirtió con respecto al árbol del conocimiento del
bien y del mal, "porque el día que de él comas, ciertamente morirás".
(Génesis 2.17)
Y todos los
que murieron eran los hijos de Adán. Eso mismo dijo el apóstol Pablo en su
primera carta a los Corintios, " en Adán todos mueren." (1 de
Corintios 15.22)
Vemos que
Dios, al varón y a la hembra, los llamó Adán, como abarcando en el nombre del
primer ser creado las dos partes indispensables de una misma creación.
La expresión
"El libro de las generaciones de Adán" ocurre solo otra vez, al
principio del Nuevo Testamento, y allí será "El libro de la genealogía de
Jesucristo".
Hay en estos
dos libros, así como ya hemos visto que hay dos líneas, dos simientes, y que
están una contra la otra. La lucha entre la línea de satanás y la línea de
Cristo, la línea aceptada, será larga.
La línea que
estamos siguiendo en este momento es la línea de Set, y es a través de esta
línea que, finalmente, Cristo vendrá.
Este capítulo
nombra a Enoc, el padre de Matusalén, de él se dice que caminó con Dios.
Resulta
notable que en un contexto de muerte, un hombre fuese removido de la tierra sin
ver la muerte.
Solo hubo dos
personajes en el Antiguo Testamento que no murieron. Uno de ellos fue Enoc y el
otro, Elías.
Esta
genealogía llega hasta Noé, al nacer, su padre Lamec lo llamo así,
porque dijo:
«El Señor maldijo la tierra, y tenemos que trabajar muy duro para cultivarla;
pero este niño nos hará descansar.»
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