UN MOMENTO CON DIOS
Seguros en sus brazos.
“Súbete, Sión, a la cumbre de un monte levanta con fuerza tu voz para anunciar una buena noticia. Levanta sin miedo la voz, Jerusalén, y anuncia a las ciudades de Judá: «¡Aquí está el Dios de ustedes!» Llega ya el Señor con poder, sometiéndolo todo con la fuerza de su brazo. Trae a su pueblo después de haberlo rescatado. Viene como un pastor que cuida su rebaño; levanta los corderos en sus brazos, los lleva junto al pecho y atiende con cuidado a las recién paridas.” (Isaías 40. 9 – 11)
El clima afuera era
amenazador, y había alerta de inundación. Una cantidad inusual de autos estaban
estacionados en el barrio, ya que los padres iban a buscar a sus hijos a la
parada del autobús escolar. Cuando el autobús llegó, había empezado a llover.
Entonces, una mujer que salía de un coche y sacó un paraguas del baúl. Caminó
hacia una niña y se aseguró de que estuviera protegida de la lluvia hasta que
regresaron al auto.
Fue un hermoso cuadro «en
tiempo real» del cuidado protector de un padre, que me recordó el cuidado
de nuestro Padre Celestial.
El profeta Isaías le
pronosticó al pueblo de Dios castigo por la desobediencia, pero seguido de días
brillantes (Isaías 40. 1 - 8).
El anuncio celestial desde el
monte (v. 9) les aseguraba a los israelitas la presencia y el cuidado poderoso
de Dios.
La buena noticia, entonces y
ahora, es que, por el poder y la autoridad soberana de Dios, los corazones
ansiosos no tienen que temer (vv. 9 - 10).
La protección del Señor es
como la fe en un pastor (v. 11): las ovejas vulnerables están seguras en los
brazos del Pastor, quien las guía con ternura.
En nuestro mundo complicado,
estas imágenes nos impulsan a confiar en el Señor.
Los que confían en ÉL de todo
corazón hallarán seguridad y fuerzas renovadas (Isaías 40. 31)
Dios les bendiga
abundantemente.
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