UN MOMENTO CON DIOS
El halcón que no quería
volar.
“Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.” (Josué 1. 9)
Un rey recibió como obsequio
dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los
entrenara. Pasado unos meses el maestro le informó al rey que uno de los
halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía que le sucedía, no se
había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó a llamar a sabios
y magos para que vieran al halcón, pero por más que hicieron nadie pudo hacerlo
volar. El monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a
la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vio al
halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte, - “Traedme
al autor de este milagro.”- Su corte le llevó a un humilde campesino y el rey
le preguntó: -“¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres
acaso un mago?”-. Intimidado, el campesino le contestó al rey: -“Fue fácil, mi
Señor, sólo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y se
largó a volar.”-
De igual manera, a veces nos
sucede lo mismo, Dios tiene que recurrir a cortar nuestra rama, para que recién
ahí comencemos a volar. Nos cuesta abandonar nuestra rama, ese lugar de confort
y seguridad.
Cuando hablamos
de “confort” y “seguridad” no estamos diciendo que esto sea
literalmente así, pero nuestro temor a enfrentar lo desconocido y nuevos retos,
en muchas oportunidades, el “confort” y “seguridad” nos tiende una trampa donde
nos hace sentir “seguros” y “cómodos” en lo que ya
conocemos, esto incluye nuestros condicionamientos del pasado, nuestras
limitaciones personales y temores.
Nuestra “rama” es
nuestra zona de cautividad, es por eso que el Señor está interesado en
cortarla, porque cuando Él corte nuestra rama, entonces recuperaremos nuestra
capacidad de emprender nuevos retos, se cumplirá lo que dice Dios en Su
Palabra “¡Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros!” Salmos 126.3.
Es necesario que asumamos el
riesgo de volar, tenemos que salir de la cautividad, no tengamos temor y seamos
valientes, el Señor conoce nuestro potencial y ha puesto de Su tesoro en
nuestra vida: “Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se
vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros.” 2 Corintios 4.
7.
A través de Su Espíritu lo
lograremos: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de
poder, de amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1. 7.
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario