martes, 24 de mayo de 2022

Un momento... La mente no tiene poder

 


UN MOMENTO CON DIOS

La mente no tiene poder

 

“Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.  Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás”.  (Hechos 10. 13 – 14)

Quienes creen el pensamiento positivo, afirmaban que por la manera de pensar podían suceder las cosas. Todo es posible con tan solo crearlo, desearlo o determinarlo en la mente. De acá surge toda una moda en que todo lo que desees en tu mente, con el poder de tu mente harás posible esas cosas.

De ahí que muchos han llegado a afirmar que si somos negativos en nuestra forma de pensar, todo nos saldrá mal, o si somos positivos en la forma de pensar, todo nos saldrá bien.

Esto ha dado más poder e influencia a la mente sobre la persona misma, y no deja espacio ni al ejercicio de la fe genuina, y mucho menos a la participación ineludible de DIOS quien es el que da la vida, e incluida en ella está la capacidad de pensar.

Se escucha tan fácil, pues quiere decir que si en mi mente me hago la idea de ser millonario, estoy seguro que pronto seré millonario. En este sentido, si todos llegamos a pensar así, nadie se enfermaría, nadie moriría, todos seríamos ricos, todos viviríamos en mansiones, y no habrían problemas, etc.

El apóstol Pedro en Hechos 10 es exhortado a dejar una manera incorrecta de pensar sobre la alimentación, sobre la salvación, y sobre las relaciones con las personas, y aun sobre los animales. Pedro había aprendido, le habían enseñado a pensar de que todos los animales inmundos no se deben usar para la alimentación, que los gentiles son personas con las que nunca se debe relacionar, y que el evangelio es solo para los judíos. En consecuencia, Pedro debía vivir aislado de ellos, pensar negativamente sobre ellos y pensar en que DIOS ofrece salvación también a ellos, eso es imposible.

Muchas veces tenemos una manera cerrada de pensar sin dejar espacio a algo diferente.

Pedro estaba  pensando que no existía otra manera de ver las cosas. Sin embargo, DIOS le muestra que era necesario cambiar su manera de pensar y empezar a ver las cosas de acuerdo al pensamiento de DIOS, porque sino no podría utilizarlo para Su propósito.  

Muchas veces nos volvemos intransigentes como Pedro, cerrados, rígidos sin disposición  para cambiar o a aceptar la posibilidad de que alguien más tenga una mejor manera de pensar o de ver las cosas.

En ese sentido, estamos tomando el papel de DIOS, que solo nosotros somos perfectos, que solo nosotros tenemos la razón, que solo nosotros podemos pensar en lo correcto. Esto se llama soberbia, autosuficiencia, orgullo, vanidad, y contra tales cosas DIOS está.

Lo más tremendo de todo es que a veces somos así inconscientemente, sin darnos cuenta.

DIOS sabe lo que hace y sabe cómo hacer las cosas.

DIOS estaba trabajando en la vida de Pedro, quien sería su instrumento fundamental en el cumplimiento del plan de evangelización mundial y establecimiento de su Iglesia.

Es Pedro quien predica por primera vez después del Pentecostés donde más de 8000 personas creyeron a Cristo. Es Pedro quien tiene el privilegio de abrir la puerta para que los gentiles escuchen el evangelio, y estos por la persecución llevan la semilla del evangelio a muchos otros lugares.

DIOS estaba trabajando, formando y preparando el corazón de Pedro, con su manera de pensar, pues así había sido enseñado como judío.

El poder no está en la mente, el poder no está en las palabras, el poder no está en la fe, el poder está en DIOS. Él es quien decide lo que pasara en nuestra vida, sea que lo pensemos bien o mal, o simplemente no lo pensemos, lo que DIOS ha determinado que suceda, y sucederá. Claro está que la Biblia dice que el sabio ve el mal y se aparta, que hablar menos cuando no debe hablar es mejor, que dormir demasiado empobrece y nos hace haraganes. Todo ya está escrito en la Biblia, no necesito pensar positiva o negativamente, lo que necesito es creer en DIOS y obedecer su Palabra.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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