viernes, 20 de mayo de 2022

Un momento... Aprender a vivir la vida

 


UN MOMENTO CON DIOS

Aprender a vivir la vida

 

“Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”. (Filipenses 1.21)

 

La Biblia habla de un rico insensato que tenía un concepto inadecuado sobre la vida y el tiempo. Jesús conto a sus discípulos una parábola sobre este rico: Las tierras de un hombre rico habían producido mucho. Y él razonaba dentro de sí, diciendo: “¿Qué haré? Porque ya no tengo dónde juntar mis productos.” Entonces dijo: “¡Esto haré! Derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes. Allí juntaré todo mi grano y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años. Descansa, come, bebe, alégrate.” Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta noche vienen a pedir tu alma; y lo que has provisto, ¿para quién será?”. (Lucas 12. 16 – 20)

El rey Salomón en Eclesiastés llego a la conclusión que en esta vida, todo era vanidad de vanidades. Probo en todo y con todo para ser feliz, pero nada de esto lo hizo feliz, al contrario, siempre se encontró en un inmenso vacío y todo por buscarlo inadecuadamente. Jesús llamo la atención a sus discípulos porque cada día vivían afanados por la comida, la bebida, y el vestido en vez de aprender a confiar en DIOS.

El apóstol Pablo da una contundente enseñanza sobre cómo vivir la vida. Él dice por un lado, que teniendo sustento y abrigo está contento con esto porque  sabe que la vida no consiste en riqueza, en comida, ni en fama, sino en vivir cada día para honrar a DIOS.

En nuestro tiempo, muchas personas viven la vida como que si les perteneciera, como si este mundo nunca terminará, y como que su vida nunca se acabará.

Viven sin preocupaciones, haciendo y deshaciendo todo con su vida, sin rendir cuenta a nadie. Despilfarran el tiempo y la energía, componentes de la vida. Unos por un lado son fatalistas y pesimistas, viven la vida cada día al máximo, en toda la dimensión porque saben que el mañana no les perteneces. Por el otro lado, hay personas positivas y optimistas que viven la vida tranquilamente bajo la perspectiva de que la vida es larga, tienen mucho tiempo para disfrutar, así que la toman sin hacerse problema, viviéndola paso a paso.

Ambas percepciones de la vida no consideran para nada a DIOS quien es el dueño de la vida, quien decide hasta cuando durara la vida.

Proverbio 27.1 nos presenta una de estas perspectivas, que por un momento, casi todos hemos caído al considerarnos dueños de la vida, y al vivir la vida sin tomar en cuenta a DIOS.

Dice el versículo 1 “No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día”. Sentirnos dueños de la vida, y que controlamos el tiempo es una de las cosas que hemos hecho todos los seres humanos.

Por ejemplo, sin pedir permiso a DIOS decimos frase como “mañana te hablare” “el Lunes te visitare” “El próximo años llegare para predicar o para pasear” “Con el trabajo del próximo mes pagare la deuda de la tarjeta”, “En 3 años termino mi maestría”, etc.

Nosotros no somos dueños de nada, todo lo que somos y tenemos pertenece a DIOS (Salmo 24.1), porque Él es quien nos dio la vida, sostiene la vida, y determina hasta donde llega nuestra vida. Por tanto la vida, que es el regalo más valioso que tenemos en este mundo, que es lo que identifica nuestro ser, que es lo que determina nuestra existencia, debemos saberla vivir. Somos incapaces de hacer nada en cuanto a la duración de la vida, ¿Quién de vosotros podrá, con afanarse, añadir un codo a su estatura?

Así que aprendamos a vivir la vida bien. Dice Pablo en Efesios 5.15-16 “Aprovechando bien el tiempo porque los días son malos”. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida”. Siendo fieles administradores de la vida, del tiempo, del trabajo, del dinero, de la familia, de los talentos, de las habilidades, de las oportunidades, de los dones, y del ministerio (1 de Corintios 4.1 - 2).

Vivamos cada día dando gracias a DIOS por la vida, tomando toda decisión con la aprobación de DIOS, consultándole todo a él, haciendo todo en el nombre de DIOS, haciendo todas las cosas para agradar a DIOS, preocupándonos por hacer lo que DIOS nos ha mandado hacer.

Aprovecha el tiempo y la vida para dar a conocer a DIOS, para obedecer la Palabra de DIOS, para hacer todas las cosas con la guía del Espíritu Santo, haciendo cada cosa impulsado por el amor de DIOS y comprometidos con la misión que Jesús comenzó.

Cuando se vive bien la vida honrando a DIOS en todo, no tememos lo que pueda pasar mañana, porque estamos en sus manos y él siempre se preocupa por nuestro bien. Todo lo que venga para nosotros sus hijos, si es que obedecemos y le amamos, será lo mejor.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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