lunes, 14 de febrero de 2022

Un momento... Un nuevo corazón

 


UN MOMENTO CON DIOS

Un corazón nuevo

“Comprobaré si ustedes son hombres honrados de la siguiente manera: dejen a uno de sus hermanos aquí conmigo…”   (Génesis 42.33)

 

La mayoría de las personas que se acercan a una iglesia aprenden rápidamente a hablar y comportarse en las reuniones como los demás hermanos. Si esos fueran los cambios que DIOS espera de nosotros para que nuestra vida sea conforme a lo que Él planeó para cada vida, sería muy fácil y rápido crecer en la vida cristiana.

Pero no es así, los cambios que DIOS quiere producir en nosotros a medida que caminamos con Él, son más profundos y abarcan nuestro corazón, nuestra mente y todo nuestro ser.

Por eso vemos aquí, a través de este versículo, que el cambio que recién estaba empezando en el corazón de los hermanos de José ya estaba consumado en su corazón. José había decidido muchos años atrás entregarle su corazón al Señor a pesar de tantas injusticias y problemas que estaba experimentando, había entendido que no había un lugar más seguro y confiable que las manos de DIOS.

En lugar de escoger esconder sus faltas, guardar rencor y lamentarse por ser vendido como esclavo o arrojado a una cárcel decidió a cada lugar donde iba dar lo mejor de Él y poner el nombre de DIOS muy en alto.

¡Todos notaban que DIOS estaba con él! No había autoridad que lo conociera que no dejara todo en sus manos con completa confianza y seguridad de que José sería íntegro y responsable en cumplir lo que se le había pedido. José le dio el voto de confianza al Señor y el Señor no lo defraudó. El cambio que había iniciado dentro del corazón de José se extendió afectando a sus autoridades, después a los reos, después al copero y al panadero, más adelante al faraón, a su familia y a la nación entera de Egipto.

Pero no se detuvo ahí ahora estaba cruzando las fronteras y llegando hasta sus hermanos y el corazón de su padre.

¡Qué maneras tan sorprendentes de impactar al mundo con un poco de fe y un corazón fiel a DIOS!

¡DIOS quiere hacer lo mismo con tu corazón y con quienes te rodean!

Quiere que le des tu voto de confianza, que te entregues por completo a Él, que te niegues a vivir por apariencias y escojas vivir una vida cristiana experimentándola de manera personal. Los alcances de tu compromiso y de tu fe serán mucho más grandes de lo que te imaginas.

No podemos correr la carrera de la fe ni vivir la vida cristiana dándole un control parcial de nuestra vida al Señor. Cuando la fe nos proponga confiar en DIOS y dejar todo en sus manos, ahí recién nos daremos cuenta de cuanto le hemos ya entregado al Señor y como está nuestro corazón dispuesto a Él.

No podemos vivir llenos de apariencias y corremos el riesgo de que nuestro corazón termine frío, incrédulo y sin esperanza.

Dejemos nuestra vida en manos de DIOS, confiemos en que Él tiene el control, tomémonos de Su mano y aprendamos a caminar con Él cada día para crecer en Su conocimiento, demos lo mejor de nosotros, aferrémonos a nuestra fe y no nos rindamos en nuestra relación personal con Dios.

Dios les bendiga abundantemente.

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