sábado, 19 de febrero de 2022

Un momento... La bondad de Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

La bondad de Dios

 

 “Trata con bondad a este siervo tuyo; así viviré y obedeceré tu palabra. Ábreme los ojos, para que contemple las maravillas de tu ley.” (Salmo 119. 17 – 18)

 

Cuando estamos atravesando situaciones problemáticas, equivocadamente podemos pensar que es DIOS quien nos está maltratando para satisfacer, quién sabe, Su ira por nuestra desobediencia.

Comparamos a nuestro Padre Celestial con nuestros padres terrenales y le atribuimos a ÉL las fallas que nuestros padres mostraron cuando nos criaron. Olvidamos que el amor de DIOS va más allá de todo lo que podamos entender y terminamos confundidos y nuestra relación con ÉL se ve afectada, echándole la culpa de las cosas que nos pasan. 

De cierta manera debemos reprogramar los conceptos que lamentablemente hemos adquirido de manera errónea en lo que se refiere a la relación con nuestro Padre Celestial.

Hay una realidad básica acerca de DIOS, una verdad clave que tenemos que sostener en lo más profundo de nuestro ser si queremos conocer y comprender a DIOS.  Es una verdad que sólo podemos conocer por medio de Su Palabra.  Es una verdad que transformará nuestra vida, si la entendemos y comprendemos. 

Es la realidad, muy sencilla, de que DIOS ES BUENO, DIOS ES AMOR.  Es una verdad tan sencilla que hasta los niños lo cantan: DIOS bueno es, DIOS es amor… Es una verdad tan profunda, sin embargo las grandes culturas de este mundo no la han podido descubrir.

Guardemos esta verdad en lo más profundo de nuestro ser, y nunca lo olvidemos: DIOS es bueno, DIOS es amor.  A pesar de las circunstancias, a pesar de la gente, a pesar de todo: DIOS ES BUENO, DIOS ES AMOR.

Acerquémonos a ÉL con humildad y arrepentimiento por no haber actuado correctamente o no haberle obedecido en todo.  Si le pedimos que nos ayude a entenderlo y comprenderlo, ÉL se manifestará de una manera muy especial en nuestra vida de tal forma que comenzaremos a conocerle, a comprenderle y a amarle mucho más. 

No hay nada que DIOS haya hecho que sea digno de reclamo o de reproche.  Por más que busquemos, nunca hallaremos nada por lo cual censurar Sus actuaciones. 

Podemos descansar en Su justicia y en Su amor.  Para nosotros, Sus hijos, son Sus bendiciones y Sus promesas.  Puedes reposar en Su santidad y en Su infinito poder. 

Dios les bendiga abundantemente.

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