miércoles, 29 de julio de 2020

Tiempo... Romanos 15. 4 - 6




TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”. Romanos 15. 4 – 6.


Dios quiere instruirnos para esta vida, Él sabe que las cosas a veces se tornan difíciles para el hombre común, más aún para sus hijos que ahora tienen un enemigo en común.
Por supuesto que siempre nos promete la victoria en los problemas que se nos presentan, pero es sabido, que muchas veces no sabemos cómo llegar a esa victoria, ni que hablar, si la respuesta se demora más de lo que nosotros creemos necesario.
Para dicha instrucción, nos ha dado Las Escrituras, y nos dice la importancia de la constancia, no habla de una lectura a vuelo de pájaro, rapidito, habla de constancia, o sea, de ser constantes en la lectura y evidentemente en retener la enseñanza recibida.
Además nos dice, que también vamos a recibir consuelo a través de ellas, Dios quiere tratar nuestras tristezas, fracasos, controversias, surgidas de la vida misma, pero que a veces anidan en nuestro corazón y hacen mucho daño.
Dios mismo es quien genera la constancia y el consuelo, para darnos esperanza en medio de las situaciones conflictivas.
Además quiere que podamos vivir todos juntos en armonía, nos dice, “para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”.
Jesucristo mismo nos dio ejemplo, viviendo tres años con sus discípulos, con todas las diferencias que tenían entre ellos, y luego demostrando el mismo amor por todos aquellos que se acercaban a Él, no importando su raza, su sexo, ni el nivel de educación y comprensión de Las Escrituras.
Cuando surgen diferencias en los grupos, también surgen las quejas de unos contra otros, y esto evidentemente no ayuda para alabar a una sola voz a nuestro Dios.
Que importante es para Dios la unidad, es evidente que en un grupo, no todos van a pensar exactamente igual, pero si hay amor y aceptación del hermano, la diferencia en los conceptos, son más bien, aportes que enriquecen la idea tratada, y no oposiciones a la misma.
Dios nos habla también de la aceptación de Cristo, que maravilloso, Jesús nunca miró más allá del corazón, su mirada estaba puesta en la sinceridad del arrepentimiento y la búsqueda real que la persona tenía de comenzar y profundizar una relación de padre a hijo con su Padre, solo nos pide que nos aceptemos de la misma manera.
Dios los bendiga abundantemente.

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