domingo, 16 de febrero de 2020

Tiempo... Génesis 2. 24



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán una sola carne”.  Génesis 2. 24

“Él respondiendo les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo y dijo: Por esto el hombre dejara padre y madre, y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne?”.  Mateo 19. 4 – 5.

Hoy tocar el tema del matrimonio es algo álgido, pues para la mayoría el matrimonio es una relación que se debe adaptar al ritmo de los tiempos y de acuerdo a la necesidad. Pero se tiene que observar y revisar bíblicamente las implicaciones que tiene el matrimonio.
La esencia del matrimonio tiene origen divino, sólo Dios que estableció el matrimonio puede reglar su inicio, desarrollo y su terminación. El matrimonio es la primera institución social en la esfera humana. Es básica en el tejido social. El ataque a la institución matrimonial es un ataque a la sociedad humana que Dios estableció.
La iniciativa del matrimonio viene de Dios, Él dijo: “No es bueno que el hombre este solo. Le haré una ayuda idónea para él”. Génesis 2.18. 
La respuesta de Dios: “Es la solución al problema de la soledad”. La compañía es la esencia del matrimonio.
Bien lo podemos llamar: El pacto del compañerismo que implica unión de metas, planes, esfuerzos, sueños y pensamientos; además de eso intimidad física.
“La idea de pacto o contrato se acepta en el Oriente para: Tratados, pactos de trabajo, y cualquier tipo de acuerdo, incluyendo el matrimonio” Un pacto no sólo se fundamentaba en beneficios y penalidades, sino también en mutua lealtad y preocupación, a menudo se expresaba con la palabra amor.
El matrimonio en la Biblia es un acuerdo contractual, con deberes y privilegios. Un matrimonio por pacto, y no una unión sexual solamente. Emocionalmente el hombre llena su área faltante femenina y la mujer su faltante masculino. Ambos llegan a ser completos, se vuelven en el Señor: Un cuerpo, un alma, un Espíritu.
El propósito de Dios en el matrimonio es la relación hasta la muerte. Es un pacto integral de compañerismo duradero. La Biblia dice: “y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Eclesiastés 4.12.
Dios les bendiga abundantemente.

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