sábado, 31 de octubre de 2020

Tiempo... Proverbios 3. 25 - 26

 


TIEMPO DE REFLEXIÓN

 

“No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque el Señor será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso”. Proverbios 3. 25 - 26.

 

Cuando Dios juzga, no quiere que su pueblo se atemorice. Dios no viene para perjudicar, sino para defender a los justos. El Señor quiere que nos mostremos valientes. Los que gozamos de la presencia de Dios, deberíamos demostrar una gran fortaleza. El Señor puede venir de repente, por eso no deberíamos ser sorprendidos por ninguna cosa repentina.

La serenidad en el peligro y en medio de las calamidades es un don precioso del amor divino. El Señor quiere que sus escogidos tengan discernimiento para comprender que la ruina de los impíos no es una calamidad para el mundo. La única calamidad es el pecado, el castigo que le sigue es como la sal que impide la corrupción de la sociedad. 

Deberíamos indignarnos mucho más contra el pecado que nos merece el infierno, que no contra el mismo infierno, que es consecuencia fatal del pecado. Asimismo, el pueblo de Dios debe manifestar la quietud de su espíritu. El diablo y su simiente están llenos de engaño; más los que están con Dios jamás caerán en sus lazos seductores.

Sigamos adelante, aquellos que creemos en Jesús, y depositemos en el Señor toda nuestra confianza.

Hoy por eso es que viviremos libres de todo temor para movernos en el propósito eterno.

Señor, Gracias por estar a nuestro lado.  Gracias por librarnos de todo pavor y todo temor. Gracias por darnos de tu fuerza y aliento. Amén.

 

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques Del Banco De La Fe.

Dios les bendiga abundantemente.

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