miércoles, 8 de abril de 2020

LO QUE DEBEMOS CONOCER



LO QUE DEBEMOS CONOCER
Visión Espiritual

Un hombre y una mujer de Dios deben tener, pues, en primer lugar, visión espiritual. Nadie puede colaborar en la obra de Dios si no ha visto algo de parte de Dios. Humanamente hablando, nadie puede trabajar en una construcción, por ejemplo, si antes no ha tenido, al menos, algún conocimiento acerca de qué se construye, y de cuáles son las instrucciones para edificar bien.

Evidentemente, un arquitecto tiene mayor visión y conocimiento que un carpintero o albañil; cada uno tiene el conocimiento que precisa para desempeñar bien su labor. Pero aunque el carpintero o el albañil precisen menos conocimiento según su trabajo particular, es necesario que posean también un conocimiento general acerca de la obra.
En nuestro caso, es fundamental tener un conocimiento espiritual producto de la revelación de Dios. Si se tiene este conocimiento firmemente establecido en el corazón, entonces habrá una obra eficaz y la firmeza necesaria para enfrentar las dificultades, de modo que cuando éstas surjan, se vean pequeñas ante la visión de la gloria del propósito de Dios y de la obra terminada. Teniendo el corazón puesto en la meta y el galardón, se puede sufrir hoy el oprobio. Teniendo ante sí la visión de la obra completa, poco importan las contradicciones. (Hebreos 12.1 - 3).
A Pablo le fue revelado el Hijo de Dios (Gálatas 1.16); y recibió, además, revelación acerca del propósito de Dios (2 Timoteo 1.9), y acerca del papel que a él le cabía en ese propósito. (Efesios 3.8-9).
Teniendo estas cosas claras, él podía servir.
Y esto es así no sólo con Pablo: también lo es con cada uno que quiere servir. Seguramente en menor grado, de acuerdo a la medida de la fe y el área de servicio de cada uno, pero decididamente estas cosas tienen que estar presentes.
¿Conocemos a Cristo de verdad? ¿Tenemos conocimiento de cuál es el propósito eterno de Dios, de cuál es su propósito específico para esta generación, y de cómo  podemos cada uno de nosotros colaborar con él? Esto no es conocimiento mental, no es mera enseñanza doctrinal, sino que es algo profundamente espiritual.
Lo primero que han de poseer, entonces, un hombre y una mujer de Dios, es visión espiritual.
Dios les bendiga abundantemente.

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