lunes, 17 de febrero de 2020

Tiempo... Salmos 18. 32 - 33



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino; Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas…”  Salmos 18. 32 – 33

A veces en nuestra vida espiritual queremos que Dios nos dé una visión clara del futuro, pero esto no funciona así. Aun cuando Dios le dijo a Abram:
“Deja tu tierra y tu parentela y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar.” Génesis 12.1.
Y además le hizo una promesa de que su descendencia sería numerosa como las estrellas.
No le dijo claramente como lo haría. Abram tuvo que confiar en la guía de Dios. Como hijos suyos nos cuesta confiar en Dios cuando no nos muestra claramente para donde vamos, pero como Abram tenemos que aprender a depender de Dios, porque su camino es seguro, porque siempre nos llevará por sendas de justicia por amor de su nombre. Debemos confiar en que Dios nos guiará aunque no entendamos su plan completo para nosotros.
Dios nos promete fortaleza para los desafíos que se presenten en nuestra vida, pero no promete eliminar los problemas porque son parte de nuestra formación. Si no hubiera caminos difíciles, ni montes que escalar, ni luchas diarias, no creceríamos como hijos de Dios.
Pero de lo que debemos estar siempre seguros es que nunca nos dejará solos con nuestras batallas, sino que está a nuestro lado para darnos fuerza y dirección para enfrentarlas. “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28.20.
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario