domingo, 9 de febrero de 2020

Tiempo... 1 Pedro 2. 16



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Pórtense como personas libres, aunque sin usar su libertad como un pretexto para hacer lo malo. Pórtense más bien como siervos de Dios”.  1 Pedro 2.16


La libertad no está en hacer todo lo que queramos o en seguir sin límites lo que desean nuestros sentidos, porque esto nos lleva a ser esclavos de nuestro ego, a ser dirigidos por nuestras emociones y como consecuencia recogemos dolor y muerte; pues esta es la recompensa de andar en la carne, como nos enseña Romanos 8.6, “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.”
La verdadera libertad está en hacer lo correcto, lo que agrada a Dios, guiados por su Santo Espíritu, no actuando de acuerdo a los conceptos del mundo y a sus tendencias sino de acuerdo a la Palabra de Dios.
Por lo tanto, si somos esclavos de Cristo, somos verdaderamente libres y esto trasciende en nuestra vida; si seguir los impulsos de la carne genera muerte, seguir al Espíritu que está en mí, por fe en Cristo, produce gozo, paz, vida y toda clase de consecuencias justas y verdaderas, como nos enseña Gálatas 5.16 - 26.
Este conocimiento de la verdadera libertad en Cristo, nos lleva a la plenitud de una relación correcta con Dios y de amor con los demás, pues solo quien experimenta la libertad de Dios puede amar con un corazón honesto y también dejar completamente el yugo del pecado.
Así que recordemos estar firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estemos otra vez sujetos al yugo de esclavitud (Gálatas 5.1); crucificando la carne con sus pasiones y deseos por medio de la obediencia a la guía de su Espíritu Santo.
Dios les bendiga abundantemente.

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