UN MOMENTO CON DIOS
La mentira no nos permite
vivir en libertad
"Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad." (1 Juan 1. 6)
La mentira es una sombra que
distorsiona nuestra relación con Dios y con los demás. 1 Juan 1. 6 nos
confronta directamente: "Si decimos que tenemos comunión con Él, pero
andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad." Este versículo
revela una realidad profunda: no basta con afirmar que caminamos con Dios, sino
que nuestra vida debe reflejar esa luz.
La mentira no solo se limita a
palabras falsas; también incluye vivir de manera hipócrita, aparentando una
relación con Dios que no es auténtica. La Escritura nos llama a examinarnos,
pues es fácil caer en autoengaño, justificando actitudes o acciones contrarias
a la verdad divina. La mentira destruye confianza, mina relaciones y, sobre
todo, nos aleja del corazón de Dios.
Cuando optamos por la verdad,
abrazamos la luz de Cristo, permitiendo que su pureza nos transforme. La
comunión con Dios requiere integridad. No podemos caminar en la verdad si
mantenemos áreas de nuestra vida en oscuridad. Por eso, el arrepentimiento
genuino es clave: reconocer la mentira y rendirla ante Dios abre la puerta a su
gracia y restauración.
En un mundo donde la falsedad
se normaliza, este versículo es un llamado a vivir con transparencia y
honestidad. La verdad no siempre es cómoda, pero siempre es liberadora. Jesús
dijo en Juan 8. 32: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres." Vivir en la verdad nos libera del peso de la mentira y nos acerca
a la verdadera comunión con Dios.
¿Hay áreas en nuestras vidas
donde la mentira nos ha impedido vivir plenamente en la luz de Cristo? ¿Cómo podemos
hoy dar un paso hacia la transparencia y sinceridad en nuestra relación con
Dios y con los demás?
Dios les bendiga
abundantemente.
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