domingo, 13 de julio de 2025

Un momento... La incredulidad en la vida del cristiano

 


UN MOMENTO CON DIOS

La incredulidad en la vida del cristiano

 

"Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo." (Hebreos 3. 12)

 

La incredulidad en la vida del cristiano es una paradoja que desafía la esencia misma de la fe. A pesar de conocer las promesas de Dios, experimentar Su amor y ver Su obra en nuestras vidas, aún podemos caer en la trampa de la duda. La incredulidad no siempre se manifiesta como una negación abierta de Dios, sino como una falta de confianza en Su poder, en Su tiempo y en Su voluntad.

La Biblia nos advierte sobre los peligros de la incredulidad. En Hebreos 3. 12 se nos exhorta: "Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo." La incredulidad no solo nos aleja de Dios, sino que también nos impide recibir Sus bendiciones. Un claro ejemplo es el pueblo de Israel en el desierto, que, a pesar de haber visto milagros extraordinarios, dudó de la fidelidad de Dios y, como consecuencia, no entró en la tierra prometida.

Jesús también confrontó la incredulidad en Su ministerio. En Mateo 13. 58 se nos dice que en Su propia tierra "no hizo muchos milagros allí a causa de la incredulidad de ellos." La falta de fe limita la obra de Dios en nuestras vidas, no porque Su poder disminuya, sino porque nuestro corazón se cierra a Su intervención.

La incredulidad puede surgir en momentos de prueba, cuando las circunstancias parecen contradecir las promesas divinas. Sin embargo, la fe genuina no depende de lo que vemos, sino de la confianza en lo que Dios ha dicho. Como Jesús le dijo a Tomás en Juan 20. 29: "Bienaventurados los que no vieron, y creyeron."

Para vencer la incredulidad, debemos alimentar nuestra fe con la Palabra, recordar las obras de Dios en nuestra vida y orar con confianza.

Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario