viernes, 4 de julio de 2025

Un momento... Amor genuino hacia los demás

 


UN MOMENTO CON DIOS

Amor genuino hacia los demás

 

“El amor sea sin hipocresía. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal, en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.” (Romanos 12. 9 - 10)

 

El amor genuino es el fundamento de la vida cristiana. Pablo nos exhorta a amar sin hipocresía, lo que implica una entrega auténtica y libre de falsas pretensiones. Este amor no es superficial ni circunstancial, sino un reflejo del carácter de Cristo en nosotros. Es un amor que discierne entre lo bueno y lo malo, un amor que rechaza el pecado, pero acoge al pecador con misericordia.

El llamado a amarnos con amor fraternal subraya el vínculo especial que compartimos como miembros del cuerpo de Cristo. No es simplemente afecto, sino un compromiso activo de búsqueda del bienestar de los demás. Este amor se demuestra en nuestras acciones, en nuestra paciencia y en nuestra disposición para anteponer las necesidades del prójimo a las nuestras. Pablo nos anima a honrar y preferir a los demás, no por obligación, sino como un reflejo de la humildad que Cristo nos modeló.

Aplicar esta enseñanza en nuestra vida cotidiana requiere una transformación del corazón.

¿De qué manera estamos expresando un amor sincero a quienes nos rodean? ¿Es nuestro amor selectivo o lo extendemos incluso a quienes nos resultan difíciles? ¿Estamos honrando y prefiriendo a los demás en nuestras relaciones?

El amor que Dios nos llama a practicar no depende de emociones pasajeras, sino de una decisión diaria de vivir conforme a Su voluntad. Cuando elegimos amar de manera genuina, estamos reflejando el carácter de Dios y edificando una comunidad basada en la gracia, la paciencia y la compasión.

Que hoy podamos vivir con un amor auténtico, honrando a los demás y reflejando el amor transformador de Cristo en cada interacción.
Dios les bendiga abundantemente.

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