TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Pues
Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree
en él no muera, sino que tenga vida eterna.” Juan 3.16.
El
amor de Dios es tan grande que no pudo resistir más estar separado de aquel ser
que había sido el broche de su creación.
“yo
te he amado con amor eterno; por eso te
sigo tratando con bondad. “ Jeremías 31. 3.
Desde
la antigüedad, Dios ha buscado restablecer su comunión con el hombre,
interrumpida por su desobediencia.
“Créanme
cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o al menos créanme por las obras mismas.”
Juan
14. 11.
Jesús
trató en todo su ministerio, de que la gente entendiera quien era y porque
había venido, incluso haciendo milagros que ninguna persona humana podía hacer.
“Jesús
se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me
sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.”
Juan 8. 12.
Jesús
hablando de sí mismo dio a entender su intención de alumbrar el camino de la
humanidad, para no estar más en la más absoluta oscuridad espiritual.
Él
no solo dijo, "sigan mis palabras y encontrarán la verdad". Él dijo,
"Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino a través
de Mí".
Juan
14. 6.
Para
llegar a Dios debemos hacerlo a través de Jesucristo, necesitamos encontrarnos
con la persona de Cristo y luego seguirlo.
“Mira,
yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré
en su casa y cenaremos juntos.” Apocalipsis 3. 20.
Jesús
nos conoce, por eso, Él viene en persona a la puerta de nuestro corazón, pero
nosotros tenemos la llave del lado de adentro, Él quiere entrar, pero somos
nosotros los que debemos abrir.
“Me buscarán y me encontrarán, cuando me
busquen de todo corazón". Jeremías 29. 13 - 14.
Él
conoce nuestro corazón y sabe cuándo somos sinceros o no, por eso, búscalo
sinceramente, Él está más cerca de lo que tú piensas y está buscándote.
"Los
conozco, y ellos me siguen, y les doy vida eterna, ellos nunca perecerán, y
nadie los sacara de mi mano.”
San
Juan 10. 27 – 29.
Confiemos
en Cristo, Él nos conoce y nos ama, sigámoslo, Cristo no solo quiere darnos su
vida aquí, sino, que quiere que estemos con Él eternamente, además nadie,
nadie, nos puede separar de su lado.
Confiemos,
ya está todo hecho, solo tenemos que creer, invitar a Cristo a entrar en
nuestra vida y comprobar la vida hermosa que tiene preparada para nosotros.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario