TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“No
juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis,
seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué
miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está
en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y
he aquí la viga en el ojo tuyo? !!Hipócrita! saca primero la viga de tu
propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. No
deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no
sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”. Mateo
7.1 – 6.
Estos
primeros 6 versículos del capítulo 7 del evangelio de Mateo, nos hablan de la
forma correcta de cómo proceder ante los demás, nuestro prójimo.
Para
tratar de solucionar este problema, grandes pensadores de todas las
civilizaciones han llenado inmensas bibliotecas con sus doctrinas sociales,
políticas, morales o religiosas.
Al
Señor le basta con una frase contenida en el versículo 12, para expresar y
contener su solución sabia, perfecta y definitiva, “Así pues hagan ustedes con
los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se
resumen la ley y los profetas.”
Esta
es la “regla de oro” que tenemos oportunidad de poner en práctica cada día.
¡Piensa
por un momento que distinta seria la sociedad si llevara adelante estas
palabras del Señor!
Empecemos
nosotros a recordar estas palabras para practicarlas con aquellos que nos
rodean, quizás no podamos cambiarlos a todos, pero nuestra influencia será un
precedente para que la gente vea que hay una mejor manera de vivir, al estilo
de Jesús.
Dios
les bendiga abundantemente.
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