sábado, 4 de julio de 2020

Tiempo... 2 Timoteo 2. 1



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Tú pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.”  2 Timoteo 2.1.


Los cristianos reconocemos que somos salvos por gracia solamente, totalmente apartados de cualquier esfuerzo o habilidad propia.
Sin embargo, muchos cristianos erróneamente piensan que a partir de que son salvos es responsabilidad suya vivir la vida cristiana. Piensan que pueden, de alguna manera, ser santificados por su propio esfuerzo o habilidad. Así que viven luchando para ser «buenos cristianos» y no se dan cuenta de que no pueden vivir la vida cristiana apartados de la gracia de Dios, así como tampoco pudieron salvarse sin esa gracia.
La palabra gracia, que nos llega desde el griego y se traduce como don o regalo en la Biblia,  es la gran palabra inclusiva del Nuevo Testamento que nos dejó Jesús después de morir. El regalo ya es nuestro.
Cuando sembramos una semilla no salimos luego en busca de vida para inyectarle a esa semilla, la vida viene con la semilla.
Cuando oímos la Palabra implantada en nuestros corazones y cuando recibimos al Señor Jesús recibimos su vida resucitada de poder. Poder para vivir, para vivir esa clase de vida por la cual luchamos, añoramos y oramos. Reclamemos cada día esa gracia que está disponible para cada uno de nosotros. Encaremos el día sabiendo que ya es nuestra; disfrutémosla, está esperando por nosotros.
Dejemos el esfuerzo en la carne. Dijo el apóstol Pablo, escribiendo a su hijo espiritual Timoteo: Esfuérzate, sí, pero en la gracia que es en Cristo Jesús. Veremos cómo nuestra lucha por la santidad y el servicio se transforma en una victoria. Porque somos más que vencedores… ¡en Cristo!
Dios les bendiga abundantemente.

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