UN MOMENTO CON DIOS
La celebración diaria de la
Resurrección
“Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación y vana es también vuestra fe”. (1 Corintios 15. 14)
La historia del Domingo de
Resurrección es un mensaje de esperanza. Pero muchas personas sólo celebran
esta fiesta con bombones de chocolate y con los huevos decorados, porque no
conocen su propósito real.
El Evangelio, es la preciosa
noticia que Jesús pidió a sus seguidores que divulgaran por todas las naciones
(Mateo 28. 19). ÉL espera que cada uno de nosotros esté preparado para
responder a quienes sientan curiosidad por la esperanza que hay en nosotros.
El cristianismo no tiene
comparación. Otras religiones y doctrinas tienen la filosofía del “hacer” algo.
En otras palabras, para alcanzar la vida eterna, los seguidores tienen que
seguir las instrucciones de los líderes, obedecer ciertas reglas y/o dar el
dinero que se les pida.
La vida cristiana también
incluye las buenas obras, obedecer mandamientos y cumplir con nuestros diezmos
y/u ofrendas. Pero estas actividades son el resultado de servir a Cristo, no un
método para ganar el cielo. En vez de poner nuestra esperanza en la ambición
humana, reconocemos a Jesús como nuestro Señor y el único camino hacia Dios
Padre.
El propósito fundamental de la
venida de Jesús, fue morir por los pecados de la humanidad. ÉL, de haberse
quedado en la tumba, todo el mundo tendría que pagar su deuda. Pero Jesús
venció la tumba, lo que significa que sus seguidores pueden hacer lo mismo.
Quienes creen en ÉL, son librados del castigo de la muerte eterna e invitados a
pasar la eternidad con Dios.
¿Qué estamos haciendo con el
maravilloso mensaje del amor de Dios?
La comisión de “id, y
haced discípulos” tiene que ser parte integral
de la vida de todo creyente.
Debemos dar a conocer a Jesús en el trabajo y entre los amigos. Es decir,
debemos celebrar la Resurrección cada día y todos los días.
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario