Apuntando al blanco
“Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de DIOS en Cristo Jesús.” (Filipenses 3. 14)
Un día, «Charlie Brown» (el de
las tiras cómicas) estaba en el patio trasero de su casa practicando tiro al blanco
con su arco y sus flechas. Templaba el arco y lanzaba la flecha a un muro.
Luego, iba donde había caído la flecha y dibujaba un blanco a su alrededor.
Luego de haber tirado varias flechas con arco, más tarde, Lucy le dijo: -
«No puedes practicar tiro al blanco de esa manera. Primero dibuja el blanco,
entonces tira la flecha»-. La respuesta de «Charlie»- fue: - «Lo sé, pero
si lo haces a mi manera, ¡nunca fallarás!»-.
Lamentablemente, muchas
personas conducen sus vidas como «Charlie» lo hace con las flechas. Nunca
dibujan un blanco, por lo tanto, nunca fallan, pero tampoco nunca dan
verdaderamente en el blanco.
El apóstol Pablo habló de sus
metas de esta manera: - “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea
perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui
también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. -
Las metas ayudaron a Pablo a
saber por dónde iba en su llamamiento y cuánto le faltaba. Él dice: - “no
que ya lo haya alcanzado, pero prosigo”. - Y ésta es una palabra
clave “proseguir”. Uno de los mayores beneficios de las metas es que nos
ayudaran a redimir bien el tiempo y también nos permiten terminar con
excelencia lo que hacemos.
Hoy no es el día para seguir
disparando sin tener un blanco. Hemos disparado una y otra vez, pero allá en lo
profundo de nuestro espíritu, sabemos que no tenemos ni meta, ni blanco ni estamos
caminando con propósito.
Detengámonos, levantemos nuestra
mirada y comencemos con el anhelo de nuestra alma a buscar una meta, un blanco
y sobre todo el propósito de Dios para nuestra vida. Conversemos con ÉL, leamos
Su Palabra y vivamos una vida ejemplar. ÉL nos va a ayudar.
Dios les bendiga
abundantemente.
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