UN MOMENTO CON DIOS
Abandonado por causa nuestra
“Y a las tres de la tarde Jesús clamó a gran voz:'Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? (que significa: 'DIOS mío, DIOS mío, ¿por qué me has desamparado?)”. (Marcos 15. 34)
Dios estaba en silencio. Cristo,
el hijo del Dios viviente, estaba colgando de un madero, siendo crucificado a
instancias de Su propio pueblo y Dios estaba en silencio. Jesús clamó a gran
voz: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Y
aun así, Dios permaneció en silencio.
¿Cuán a menudo, cuando pasamos
por situaciones difíciles, nos hacemos la misma pregunta porque pensamos que Dios
nos ha abandonado?
Al día de hoy, la promesa de
DIOS a nosotros es sólida como una roca: "No te desampararé, ni te
abandonaré" (Hebreos 13. 5b). Aunque no hay una respuesta directa de
parte de Dios cuando Jesús moría en la cruz, nosotros debemos descansar en Sus
seguras promesas. En Gálatas 3.13, Pablo dice que "Cristo nos redimió
de la maldición de la Ley, y por nosotros se hizo maldición", y en 2
Corintios 5. 21: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que en El nosotros fuéramos hechos justicia de Dios."
Verdaderamente, Dios abandonó
a Cristo por nosotros,
quien sufrió por nosotros en
la cruz para que podamos descansar en la esperanza segura de que Dios nunca nos
abandonará.
Ésa es la promesa para nosotros.
Aun cuando todo a nuestro
alrededor nos lleve a creer que Dios está en silencio, que nos ha abandonado,
ÉL sigue estando con nosotros y por nosotros. Porque, como escribe Pablo, nada
en este mundo, o más allá de él, "nos podrá separar del amor que DIOS
nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor." (Romanos 8. 39)
En este viernes de Pasión
detengámonos a reflexionar en la obra que Jesucristo llevó a cabo por amor a
toda la humanidad. En nosotros sólo puede haber un espíritu de agradecimiento y
rendición a Sus pies.
Agradezcámosle todo lo que ÉL
ha hecho por nosotros y corrijamos el rumbo para que sigamos la ruta que ÉL ha
trazado para todos los que somos hijos de Dios. La muerte de Cristo en la cruz
saldó la deuda del pecado y nos abrió el camino para reconciliarnos con Dios y
así “seremos salvos por Su vida"
Por esa obra maravillosa lograda
por nuestro Señor Jesucristo en la cruz:
¡Sólo a Dios sea la gloria!
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario