viernes, 7 de abril de 2023

Un momento... Abandonado por causa nuestra

 


UN MOMENTO CON DIOS

Abandonado por causa nuestra

 

 “Y a las tres de la tarde Jesús clamó a gran voz:'Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? (que significa: 'DIOS mío, DIOS mío, ¿por qué me has desamparado?)”. (Marcos 15. 34)

 

Dios estaba en silencio. Cristo, el hijo del Dios viviente, estaba colgando de un madero, siendo crucificado a instancias de Su propio pueblo y Dios estaba en silencio. Jesús clamó a gran voz: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Y aun así, Dios permaneció en silencio.

¿Cuán a menudo, cuando pasamos por situaciones difíciles, nos hacemos la misma pregunta porque pensamos que Dios nos ha abandonado?

Al día de hoy, la promesa de DIOS a nosotros es sólida como una roca: "No te desampararé, ni te abandonaré" (Hebreos 13. 5b). Aunque no hay una respuesta directa de parte de Dios cuando Jesús moría en la cruz, nosotros debemos descansar en Sus seguras promesas. En Gálatas 3.13, Pablo dice que "Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, y por nosotros se hizo maldición", y en 2 Corintios 5. 21: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que en El nosotros fuéramos hechos justicia de Dios."

Verdaderamente, Dios abandonó a Cristo por nosotros,

quien sufrió por nosotros en la cruz para que podamos descansar en la esperanza segura de que Dios nunca nos abandonará.

Ésa es la promesa para nosotros.

Aun cuando todo a nuestro alrededor nos lleve a creer que Dios está en silencio, que nos ha abandonado, ÉL sigue estando con nosotros y por nosotros. Porque, como escribe Pablo, nada en este mundo, o más allá de él, "nos podrá separar del amor que DIOS nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor." (Romanos 8. 39)

En este viernes de Pasión detengámonos a reflexionar en la obra que Jesucristo llevó a cabo por amor a toda la humanidad. En nosotros sólo puede haber un espíritu de agradecimiento y rendición a Sus pies.

Agradezcámosle todo lo que ÉL ha hecho por nosotros y corrijamos el rumbo para que sigamos la ruta que ÉL ha trazado para todos los que somos hijos de Dios. La muerte de Cristo en la cruz saldó la deuda del pecado y nos abrió el camino para reconciliarnos con Dios y así “seremos salvos por Su vida"

Por esa obra maravillosa lograda por nuestro Señor Jesucristo en la cruz:

¡Sólo a Dios sea la gloria!

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario