domingo, 8 de noviembre de 2020

Tiempo... Génesis 39. 2

 


TIEMPO DE REFLEXIÓN

 

“El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio.”    Génesis 39. 2.

 

Seguir a DIOS cuando todo en nuestra vida va bien es sencillo, disfrutamos leer la Biblia, buscamos música que hable de su amor y fidelidad para reproducirla una y otra vez y queremos que todos sepan lo grande que es nuestro Señor. Sin embargo, más de una vez lo que DIOS quiere para nosotros no coincidirá con lo que nosotros queremos para nosotros. Difícilmente escogeríamos voluntariamente pasar por pruebas y angustias y sin embargo, la Biblia está llena de porciones donde se da por hecho que pasaremos por estas etapas pero también se da por hecho que DIOS estará con nosotros.

DIOS no se va a ningún lado en nuestros días más difíciles, al contrario, nos invita a que nos abracemos más fuerte de Él para que sintamos su amor y cuidado.

Pero, ¿lo hacemos?, ¿cómo respondemos nosotros a su invitación de correr hacia él en nuestras crisis y en nuestro dolor? El mundo nos ofrece alternativas que “sanan” temporalmente nuestro dolor, tiene estrategias para que olvidemos por unas horas la tristeza, la confusión y la depresión que están golpeando nuestro corazón. Pero cuando estas soluciones temporales pasan encontramos que estamos peor que antes. Pues a nuestra situación actual ahora le hemos agregado un gran peso de culpabilidad y vergüenza que nos hace sentirnos más lejos de DIOS y nos apena acercarnos a Él después de que no fue nuestra primera opción.

¿Qué espera de DIOS de nosotros en medio de las pruebas? Que usemos las pocas fuerzas que nos quedan para poner nuestro corazón en sus manos y dejarlo obrar su sanidad y restauración.

 

José fue comprado por el capitán de la guardia del rey de Egipto y la Biblia dice que: “El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio. Potifar lo notó y se dio cuenta de que el Señor estaba con José, y le daba éxito en todo lo que hacía.” José había encontrado la manera en medio de su dolor y su frustración de mantener un corazón correcto hacia DIOS.

¿Cómo reaccionamos nosotros en el corazón ante las “injusticias” que DIOS permita en nuestra vida? ¿Qué hubiera pasado si José hubiera reaccionado con amargura?

Hubiera retrasado el plan de DIOS para su vida. José no tenía idea de lo que DIOS quería hacer con Él, lo único que sabía en su corazón es que pasara lo que pasara se mantendría íntegro y daría lo mejor para Él. Este corazón recto y comprometido a pesar de la adversidad era un corazón que DIOS amaba. La fidelidad de José era correspondida por la mano del Señor en todo lo que hacía. DIOS no había dejado solo a José, al contrario había decidido formar su corazón personalmente para usarlo en sus propósitos eternos.

Es en nuestros días de mayor crisis donde más peligro enfrenta nuestro corazón y donde debemos esforzarnos al doble por cuidarlo.

Más importante que resolver la situación que atravesamos es dejar las cosas en manos de DIOS y confiar en que Él tiene el control y se hará cargo.

La respuesta a nuestro dolor y angustia solamente está en DIOS. Fuera de Él no hay vida, consuelo ni esperanza que le dé fuerzas a nuestro corazón.

¡Él nos ama y está al pendiente de nuestra vida! Escojamos creerle, escojamos aceptar que él tiene el control y que está formando nuestro corazón para en un futuro ser parte de sus brillantes y eternos propósitos, escojamos cuidar nuestro corazón por sobre todas las cosas.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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