jueves, 26 de noviembre de 2020

Tiempo... Apocalipsis 3. 8

 


TIEMPO DE REFLEXIÓN

 

“Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre”. Apocalipsis 3. 8.

 

¿Alguna vez hemos pensado que ya se nos han cerrado todas las puertas? ¿Qué se puede hacer cuando no hay más dinero para estudiar o concluir un proyecto? Tocas muchas puertas, pero ninguna se abre.

Entonces viene la desesperación y no sabemos que hacer. Miramos al cielo y parece que Dios también nos ha cerrado la puerta de sus bendiciones.

En algún momento de nuestra vida todos hemos pasado por esa experiencia, y muchos hemos decidido enterrar sueños e ilusiones en esos momentos. No nos  podemos dar el lujo de no soñar.

Debemos recordar que Dios siempre tiene una puerta abierta. Es importante que aprendamos a percibir la conducción de Dios en los acontecimientos de nuestra vida diaria, aún en tiempos de puertas cerradas. Eso aumentará nuestra fe para cumplir sin titubeos la voluntad de Dios.

Debemos aprender a mirar con los ojos de la fe por sobre las circunstancias que vemos con nuestros ojos naturales. No dejar que nos invadan los sentimientos de frustración, negatividad y sobre toda la duda.

Lo único que hacen en realidad todos esos sentimientos es no dejarnos ver la puerta que Dios ya preparó de antemano para nosotros.

Cuando las puertas humanas se cierran, Dios ya tiene abierta otra puerta, ofreciéndonos nuevas oportunidades para nuestro desarrollo.

Dios tiene preparado lo mejor para cada una de nuestras vidas por eso a veces permite que algunas puertas se cierren para entonces abrir aquellas que Él solo tiene la llave y que nadie puede cerrar para que pasemos por ellas en victoria.

Dios les bendiga abundantemente.

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