UN MOMENTO CON DIOS
Si no queremos tropezar
“Para los justos la luz brilla en las tinieblas. ¡DIOS es clemente, compasivo y justo!” (Salmo 112. 4)
De vez en cuando nos toca
atravesar oscuros y terroríficos valles en los que no podemos ubicar bien
nuestros pasos y por lo tanto tropezamos a cada momento sin poder evitarlo.
¿A quién le gusta tropezar y
caer? Es muy desagradable avanzar pensando que el camino no estará libre de
obstáculos y que nos golpearemos a tal punto que perderemos el equilibrio y
caeremos estrepitosa y dolorosamente.
Normalmente esto ocurre porque
estamos distraídos y hemos dejado de poner nuestra atención en el sendero que
estamos transitando. También puede ocurrir que tropezamos simplemente porque
andamos en la oscuridad y nuestros ojos están impedidos de ver las
obstrucciones en el camino.
Es posible que estemos en este
mismo momento atravesando uno de estos oscuros pasadizos y nuestra alma se
encuentra llena de angustia porque no podemos ver una luz que nos indique que
la salida ya está cercana. Es momento de detenernos y recordar este precioso
pasaje del Salmo 112 que nos promete que la luz brillará en las tinieblas y
éstas se alejarán para dejarnos ver claramente el sendero por donde pisamos.
Dios nos ama y no nos dejará
sólo en estas angustiosas horas de densa oscuridad. Por el contrario, ÉL
enviará Su luz poderosa para despejar cualquier intento del enemigo de hacer
que nuestros pies tropiecen.
Confiemos en Dios y Su luz
brillará radiantemente en nuestra vida. El Señor Jesucristo vino al mundo “para
librar del calabozo a los que habitan en tinieblas.” ÉL dijo “Yo soy la luz del
mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
vida.” (Juan 8. 12)
Nuestro Padre Celestial nos ha
dado Su Palabra eterna para guiarnos por cualquier trayecto que nos toque
transitar. El Salmo 119. 105 nos dice que Su Palabra se constituye en una
lámpara que alumbra adecuadamente cada detalle de la calzada y nos indica dónde
colocar nuestros pasos para evitar los obstáculos y no tropezar.
Su Palabra fiel es como un
poste que ilumina todo detalle a nuestro alrededor para que nos podamos dar
cuenta de los recodos donde el enemigo acecha y las trampas que el adversario
coloca para impedir nuestro avance.
Permanezcamos, pues, tomados
de la mano de nuestro Señor y fundamentados en las instrucciones que Dios nos
ha dado por medio de Su Palabra. Sólo así tendremos la garantía de que vamos a
hacer las cosas de acuerdo a la perfecta voluntad de Dios.
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario