UN MOMENTO CON DIOS
Obediencia
“En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis”. (Deuteronomio 13. 4)
Una fe verdadera y sólida debe
ir seguida de una obediencia absoluta a la voluntad de Dios, expresada en Su
palabra, presente en las Santas Escrituras. Y es que todo aquello que
emprendemos va a dar testimonio de quién y en qué creemos. Juan 14. 21 con
claridad nos presenta la poderosa palabra de Jesús que revela la relación
proporcional entre la obediencia y el amor a Nuestro Padre Celestial: "El
que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me
ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él"
Beneficiamos o perjudicamos a
los que están con nosotros mediante nuestra obediencia o no a la Palabra de
Dios. Lo mejor que podemos hacer por los que amamos es obedecer a Dios para que
las bendiciones de esta obediencia recaigan sobre ellos.
La instrucción de Dios en Su
Palabra es para cada uno de nosotros y toda nuestra familia siempre resultando
en una vida sobrenatural como verdaderos héroes de la fe.
Las cosas extraordinarias de nuestra
vida serán el resultado de las cosas más sencillas que, en obediencia a Dios, nos
propongamos hacer.
Dios les bendiga
abundantemente.
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