UN MOMENTO CON DIOS
Dios nos limpia de todo pecado
¿Quién podrá decir: ¿Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado? (Proverbios 20. 9)
¿Creemos de verdad que Dios es
lo bastante poderoso, sabio y amoroso como para vencer nuestros pecados? Quizá
lo hagamos desde el punto de vista del perdón. Confiamos en que Él puede
perdonar nuestras transgresiones. Sin embargo, ¿nos damos cuenta de que también
puede liberarnos de la esclavitud que nuestros pecados causan en nuestra vida?
Por ejemplo, repetidamente en
las Escrituras, Dios ordena: “No temas” (Éxodo 14. 13; Deuteronomio 1. 29; 31. 6,
8; 2 Crónicas 20. 15; Isaías 41. 10; 43. 1; Mateo 10. 28 - 31; Juan 14. 24;
Filipenses 4. 6 - 7). Sin embargo, muchas personas dirían: “Sí, me preocupo,
pero así soy yo. Siempre he sido así y no voy a cambiar”. En esencia, niegan
que el Señor pueda liberarles del yugo de la ansiedad.
Pero comprendamos que el
Salvador que nos perdona la pena del pecado también quiere librarnos de su
dominio. Jesús quiere que experimentemos Su vida abundante y trabaja
incansablemente para liberarnos de la esclavitud que el pecado nos hace sufrir.
Como probablemente hayamos descubierto, no podemos superar problemas como la
ansiedad con nuestra propia fuerza de voluntad. Pero Jesús sí puede. Y cuando
cooperamos con Él confiando en Él en las pruebas, obedeciéndole, buscando Su
rostro en oración y estudiando Su Palabra, encontraremos la victoria en todo lo
que actualmente nos obstaculiza.
Así que, no nos revolquemos en
nuestro pecado ni cerremos nuestro corazón a una curación real y duradera. Más
bien, confiemos en nuestro Salvador para que nos libere de la fuerza
destructiva del pecado que hay en nosotros. “Conoceréis la verdad, y la verdad
os hará libres” (Juan 8. 32)
Dios les bendiga
abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario