UN MOMENTO CON DIOS
Ayudar al prójimo
“Aquél, respondiendo, dijo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo”. (Lucas 10. 27)
En la parábola del buen samaritano,
Jesús relató la actitud que mostraron tres personajes distintos ante la
necesidad de su prójimo. Es interesante notar quiénes eran estos personajes y
cómo actuaron. Los primeros dos personajes, el sacerdote y el levita, pasaron
junto al camino y actuaron de forma indiferente ante aquel hombre mal herido.
El tercer personaje era un samaritano. Éste mostró compasión ante la necesidad
de aquel desconocido. Este hombre se detuvo junto al camino, socorrió aquel
hombre mal herido e hizo lo necesario para dejarlo bajo atención hasta que
nuevamente regresara.
En ocasiones nos encontramos
tan ocupados en nuestros propios intereses, que pasamos por alto aquellas
necesidades de los demás aun estando en posición de ayudar.
La palabra de Dios nos enseña
que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Dios desea que
tengamos un corazón que pueda ver las necesidades de otras personas y obremos
en su ayuda. Esto podrá costarnos salir de nuestra zona de comodidad, pero
haciendo esto estaremos llevando el reino de los cielos a vidas necesitadas,
mediante el amor y la compasión.
Dios les bendiga abundantemente.
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