UN MOMENTO CON DIOS
Estar firmes
"Siempre tengo presente al Señor; con Él a mi derecha, nada me hará caer.” (Salmo 16.8)
Con cada año que pasa, la
inestabilidad en el mundo parece cada vez más evidente. Las catástrofes
naturales y las provocadas por el hombre cobra un incontable número de vidas; y
el equilibrio político cambia. Todo nos lleva a preguntar: ¿Hay algo que sea
firme?
A pesar de lo aterradoras que
parecen estas cosas, encontramos en este versículo un ejemplo muy grande, vemos
que los cielos y la tierra serán sacudidos. Todo será destruido, quemado, para
ser exacto. Afortunadamente, tenemos la promesa de que Dios creará cielos y
tierra nuevos, pero mientras tanto nuestro mundo estará sometido a una gran
agitación. El Señor permite las sacudidas por diferentes razones, pero por
ahora, concentrémonos en una sola: ÉL no tolerará nada que le permita al hombre
parecer autosuficiente a Sus propios ojos.
Por tanto, Dios permite, por
amor, que tengamos bastantes problemas para que nos demos cuenta de nuestra
necesidad de ÉL. Por nuestro orgullo, tendemos a pensar que somos capaces de
prescindir de Dios. Pero, por amor, el Señor puede agitar nuestras vidas para
mostrarnos nuestra dependencia de ÉL.
Si basamos nuestra seguridad
en cualquier cosa que no sea Jesucristo, nos encontraremos en arena movediza.
La Biblia se refiere a Jesús como una roca y un fundamento firme (1 Corintios
3.10, 11 “Yo fui el maestro albañil al cual Dios en su bondad encargó
poner los fundamentos, y otro está construyendo sobre ellos. Pero cada uno debe
tener cuidado de cómo construye, pues nadie puede poner otro fundamento
que el que ya está puesto, que es Jesucristo.” Efesios 2. 20 “Ustedes
son como un edificio levantado sobre los fundamentos que son los apóstoles y
los profetas, y Jesucristo mismo es la piedra principal.”. Sabemos que Dios
es inmutable y soberano; nada puede desestabilizarlo ni alterarlo. Su Palabra
es verdad, y durará para siempre.
Como creyentes, nuestra
relación eterna con Dios está segura. Hemos sido adoptados como hijos Suyo, y
nada puede quitarnos esta posición. Es más, tenemos la seguridad de un hogar
eterno con ÉL. Aunque es posible que a veces nos sintamos inquietos, podemos
alegrarnos cuando las pruebas nos llevan humildemente a la cruz de Jesús; allí
encontraremos paz y seguridad verdaderas.
¡Qué seguridad tan grande
tenemos como hijos de Dios! Podemos descansar en paz y plena confianza,
sabiendo que nuestros corazones están seguros en Jesucristo. El rey David dijo:
"Siempre tengo presente al Señor; con El a mi derecha, nada me hará caer.”
Dios les bendiga abundantemente.
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