sábado, 11 de diciembre de 2021

Cada día... El tremendo poder de la fe

 


CADA DÍA CON DIOS

Mateo 14. El Tremendo Poder de la Fe.

 

La fe en Dios no es un sentimiento, es una creencia en Dios y en su poder.  Cuando nos aferramos a la fe, experimentamos el tremendo poder que tiene para cambiar nuestra vida completamente.

¿Cómo se recibe la fe? La palabra de Dios es la fuente que alimenta e incrementa nuestra fe. Cada vez que leemos la Biblia, aprendemos a conocer más a Dios y cuanto más lo conocemos a Él, más se incrementa nuestra fe. Para Dios no hay nada imposible.

“Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones, apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros.” Hebreos 11. 33 – 34.

La fe que agrada a Dios es la que se anima a sembrar esperando una cosecha grandiosa. La Biblia dice que si tuviéramos una fe tan pequeña como un grano de mostaza, podríamos mover las montañas. Esto significa que no hay problema que la fe no pueda resolver.

1. La Fe no es conocimiento, la fe es decisión y disposición para  ver y recibir cosas sobrenaturales. Mateo 14. 28 - 29 “Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.  Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús” pedro estaba dispuesto a caminar sobre las aguas.

No importa dónde nos congreguemos o quien ore por nosotros, si no estamos dispuestos en nuestro corazón a recibir algo sobrenatural nada pasara.

2. No nos concentremos en el problema, concentrémonos en la solución. Mateo 14. 30 “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !! Señor, sálvame!” El mirar solo el problema nos  hace ver las cosas de manera negativa.

El miedo a lo que nos puede suceder se convierte en un deseo tan poderoso que es precisamente eso que tememos lo que atraemos. Job 3. 25 “Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.”

El concentrarnos tan solo en los problemas hace que a nosotros mismos nos veamos como miserables. Romanos 7. 24 “ ! Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”

3. Exterioricemos nuestra fe a través de algún acto. Mateo 14. 36 “y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos” Para aquellos hombres el tocar el borde del manto de Jesús era lo que desataría lo sobrenatural.

La mujer del flujo de sangre también genero un milagro al exteriorizar su fe.  Mateo 9. 21 “porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva”

Estas personas concentraron su fuerza sobrenatural en el borde del manto, pero tranquilamente podían haber dicho si tocáramos su mano. Su sandalia. Etc. No era el manto era lo que ellos creían que sucedería al tocar el manto lo que originó un milagro.

4. Debemos estar completamente  seguros que para el que cree todo es posible. Marcos 9. 23 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible” Es lo que nosotros creemos lo que abre el camino a los pensamientos de bendición y sanidad.

Debemos mentalizarnos, reprogramar nuestra mente, debemos estar convencidos de que vamos a recibir lo que anhelamos. Hebreos 11. 1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”

Efesios 1. 3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”

La fe es un estilo de vida. Comencemos a vivir una vida de milagros, una vida de bendición y de abundancia.

La fe abre los cielos. Cuando una persona ora con fe, desata lo sobrenatural, no hay límites para lo que pueda suceder en la tierra.

“—¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree”. Marcos 9. 23.

Dios les bendiga abundantemente.

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