miércoles, 1 de diciembre de 2021

Cada día... De lo vil algo precioso

 


CADA DÍA CON DIOS

De lo Vil algo Precioso.

 

La genealogía que aparece en el capítulo uno del evangelio de Mateo no es por casualidad quiere mostrarnos como Dios puede sacar algo hermoso de lo que para nosotros puede ser vil. Hay tres mujeres que participan en este nacimiento maravilloso. Rahab, Rut y María.

Job afirmaba que nadie era capaz de hacer limpio lo que es impuro. Job 14. 4 “¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie.” y a nivel humano eso es verdad nadie puede hacerlo pero Dios a través de Jesucristo si puede hacerlo.

1 Juan 1. 7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.”

Dios puede hacer de algo vil algo precioso. 1 Corintios 1. 27 - 28 “sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,”

Desde donde viene la procedencia de Jesús.

1. Rahab. Mateo 1. 5 “Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isa.” Rahab era una mujer prostituta que ayudo a los espías cuando entraron en Jericó. A Dios le plazo utilizarla a ella y no a una mujer distinguida. Josué 2. 1 “Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.”

Nunca creamos que por nuestra condición nunca llegaremos a ser alguien importante. Lo único que tenemos que hacer es arrepentirnos de corazón. Jesucristo está dispuesto a darnos otra oportunidad.

Todos hemos pecado  o nos hemos equivocado. Jesucristo sabe que nosotros somos pecadores pero Él quiere limpiarnos para utilizarnos.

Que el pecado de nuestro pasado no nos impida aspirar a una nueva vida. No permitamos que otros nos señalen por nuestro error. Arrepintámonos no volvamos a pecar cada uno de nosotros podemos triunfar. Juan 8. 10 - 11 “Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.”

2. Rut. Una mujer extranjera que se atrevió a dejar su pasado prospero por buscar a Dios verdadero. Rut 1. 16 “Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.” Dios no es un Dios de casualidades. Dios es un Dios de propósitos. Rut 4. 17 “Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.” No importa cuál sea nuestra condición propongamos en nuestro corazón servir a Jesucristo y él nos restaurara.

Dios podía utilizar a alguien de su propio pueblo pero prefirió utilizar a Rut. No nos sintamos extraña o extraño por lo que hayamos hecho dejemos que Jesucristo nos dé una nueva vida Jesucristo es un Dios de oportunidades. 2 Corintios 5. 17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

3. María. Una mujer humilde que no contaba con riquezas materiales pero que para Dios era muy importante. Sabemos que no tenía recursos suficientes por lo que haría en el día de la consagración. Lucas 2. 22, 24 “Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor, y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.” María con José ofrecieron un par de tórtolas esto lo hacían los que no tenían para dar un cordero. Levítico 12. 8 “Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.”

No importa cuál sea nuestra condición económica para Jesucristo somos ricos. Apocalipsis 2. 9 “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.” Cada uno de nosotros somos importantes por lo que somos y no por lo que tenemos.

Jesucristo puede sacar de lo vil algo precioso nunca nos avergoncemos de lo poco que tenemos alegrémonos por lo que somos en Cristo. Dios no mira la apariencia Dios mira el corazón. Creamos en Jesucristo esforcémonos, seamos valientes y llegaremos a cumplir nuestros anhelos, y lo que es más importante cumplir con el propósito de Dios en nuestras vidas.. 

Dios les bendiga abundantemente.

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