sábado, 30 de noviembre de 2019

Tiempo... Génesis 33. 4



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo besó. Los dos lloraron”.   Génesis 33. 4


En nuestros días una de las imágenes que más podemos ver en televisión es la de las familias destrozadas. Maridos que matan a sus mujeres, padres que maltratan a sus hijos, hijos que son llevados a juicio por maltratar a sus padres. Vemos matrimonios divorciados por infidelidades, hermanos que dejan de hablarse por herencias, y muchos más problemas comunes pero que lo único que hace es romper familias.
La relación de Jacob con su hermano Esaú no fue precisamente una relación modelo, habían peleado y discutido mucho, hasta el punto que Esaú cansado de los engaños de su hermano decide matarle, antes esto Jacob solo puede huir.
Ante esta situación el miedo de Jacob crece y llega el momento de su reencuentro.
Lo cierto es que la vida que vivieron estos dos hermanos fue demasiado parecida a la que muchos hermanos viven hoy en día. En la vida podemos elegir a nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestra mujer, pero no la familia en la que nos toca vivir, surgen conflictos, y la familia es el núcleo central de la sociedad y ahí es donde satanás más ataca, sabe que una familia destrozada provocará una sociedad destrozada, y es su estrategia más clara en nuestro tiempo. Un tiempo en que el hombre ha perdido su rol en la familia ante el feminismo, la mujer ha empezado a ocupar el rol del hombre perdiendo también el suyo, y ante esto nos encontramos con verdaderas familias desestructuradas ante los ojos de Dios.
Pero como siempre Dios tiene cuidado de todo lo relacionado con el ser humano, y en la Biblia nos deja algunas advertencias e instrucciones “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó así mismo por ella”, “asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos”, “hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo” “y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.” 
Que el Señor nos ayude a tener familias bíblicamente estructuradas para ser de  buen testimonio a aquellos que no creen.
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario